Leer algo y prender el televisor para escucharlo de fondo es algo que Dazai hacía todas las noches cada vez que Chūya se tardaba más de lo previsto. Trabajar en la mafia no era un oficio con horario fijo, y eso lo sabían los dos.
Aunque esta vez se había pasado, Dazai había ido a la agencia por la mañana a eso de las nueve y media, y no habían rastros de Chūya en el departamento. Y cuando volvió a las ocho y cuarto, el lugar seguía vacío.
En ese momento ya eran las dos de la madrugada y mientras Dazai leía la puerta se abrió con lentitud, dando paso a un pequeño pelirrojo somnoliento. Literalmente Chūya estaba durmiendo cuando se metió al departamento, ni siquiera avisó su llegada como acostumbraba. Dazai vio cómo se quitaba los zapatos con los ojos cerrados y dejaba su gabardina tirada en el pasillo, dirigiéndose al baño.
Quiso grabarlo cuando eso, pero le daba tanta ternura que no pudo hacer otra cosa más que seguirle el paso; por suerte supo quitarse la ropa para meterse a la bañera. Al ver que estaría bien, Dazai fue a apagar el televisor y lo esperó en la cama.
Luego de un rato apareció Chūya con la pijama media puesta, porque los primeros y últimos botones de su camisa estaban abiertos. Se froto los ojos y se quedó parado en el umbral de la puerta, de verdad estaba muy cansado.
ㅡ¿Chūya? ㅡhabló Dazai al ver que el otro no se movíaㅡ. Ven aquí.
Chūya fue obedientemente hasta la cama, y se acostó pegado a Dazai, recostando su cabeza en su pecho y subiendo su pierna derecha encima del otro. Un suspiro escapó de sus labios al sentirse en casa al fin, Dazai sólo lo envolvió entre sus brazos y le abotono la camisa.
ㅡDesapareciste en todo el día ㅡsusurró el castaño acariciando el cabello pelirrojo una vez le acomodó toda la prendaㅡ. Mira como te dejaron, no has dicho ni una palabra.
A veces pensaba que exigían más de Chūya que lo recomendable, ser un ejecutivo le traía tanto ventajas como desventajas. Más desventajas en el caso de hubiera alguna emergencia.
ㅡHoy... ㅡhabló Chūya procurando no caer completamente en sueñoㅡ unos tipos se metieron al almacén de armas... y tuvimos que ir tras ellos..., la policía también apareció y causaron muchos problemas...
Dazai sólo se dedicó a escucharlo mientras sus dedos recorrían su espalda en un vaivén, mientras la otra mano se hundía entre sus cabellos. Chūya inhalo el aroma ajeno, una mezcla del shampoo que compartían y el típico olor de desinfectante médico que poseía el castaño.
Se sentían tan en paz de esa forma, acurrucados en medio de la cama, lo suficientemente juntos como para escuchar sus propias respiraciones. A Chūya le calmaba más escuchar los latidos del otro, porque eso era una señal de que Dazai aún estaba ahí, aún seguía con vida.
Y a Dazai le calmaba el calor corporal que emitía el más bajo, incluso si hiciera calor sentir el cuerpo contrario era reconfortante.
Levantó la cabeza un poco y besó la frente del pelirrojo, comprobando que éste al fin se había dormido.
ㅡDescansa ㅡdijo sonriendo levemente, y tras un bostezo cayó igualmente en sueños.
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Ok, esto ni siquiera cuenta como one-shot pero ya ni que.
Estoy pensando en editar esto, hay algunas cosas que quiero arreglar porque creo que quedaron muy... idk.
Pues eso, cjau.
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• Soukoku | Drabbles •
FanfictionDice drabbles pero por ahí se coló algún one-shot ( '∀`)/