Primera Vez

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Mediodía.... Suena el teléfono, estás disponible para mí? No se lo digo pero siempre estoy disponible para Él, cuando está porque está y cuando no está porque le estoy esperando. Unas cuantas órdenes y ya estoy lista para empezar, de rodillas, esperando a que Él hable. Si tuviera que describir ese momento sería como una dulce espera. El cuerpo en tensión, alerta y la mente ansiosa, intentando descubrir qué pasa por su cabeza, qué planes tiene. La verdad es que no importa, voy a cumplir cualquier orden que venga de Él... por algo soy suya. Me encanta ese momento en el que habla, el tono imperativo, sentir como mi voluntad y me cuerpo se doblegan ante Él, sentir como reacciona a sus palabras de repente, como si tuviera voluntad propia y sólo existiera su voz, su voz y el deseo de satisfacerle, de excitarle, de no defraudarle.
Despacio... y mis manos se mueven y se adaptan al ritmo que me marca, como si fueran las suyas como si estuviera conmigo y si cierro los ojos, mi cuerpo y su voz se hacen uno y entonces hasta puedo sentirle. Puedo sentir la fusta en sus manos, su cuerpo encima, dentro y alrededor de mi. Sus palabras susurradas en mi oído, su aliento en mi cuello. Obedecer, saber que esa entrega y esa obediencia le excitan, que da igual lo rebelde que puedas llegar a ser porque ante Él sólo existe el deseo de complacerle, como sea y cuando sea, aprendiendo tu lugar, interiorizándolo, mientras Él se yergue sobre ti y su sombra se proyecta en tu cuerpo.


Pandora, mi otra MitadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora