Empezar a olvidarte

39 0 0
                                    

Hoy he ido a depilarme, a quitarme esos pelitos que eran una orden, esos que me hacían sentirme tuya, ya no hay obligaciones que cumplir. También he aprovechado para cortarme el pelo, esa melena pequeñita que crecía poco a poco para que pudieras agarrarla llegado el momento.

He reorganizado mi ropa. 

Las braguitas han vuelto a ocupar su lugar de honor en el cajón, ahora que no estás pierde sentido no usarlas.

Los juguetes, esos que apenas descansaban trabajando a un ritmo frenético junto a mis dedos, han vuelto a esconderse en la caja que hay debajo de la cama. Cuántas veces me habré quejado por racionarme los orgasmos dándome sólo dos al día cuando ahora, ni siquiera tengo uno. Lo he intentando, de verdad, pero no lo consigo, añoro tu mente pervertida y tu voz al otro lado del teléfono, tu respiración mientras escuchas como muero de placer sólo con que lo ordenes y saber que me estas oyendo.

Ya no uso faldas, están escondidas al fondo de mi armario junto a las camisas que compré por ti y tanto te gustan. La lencería, esa con la que me encantaba provocarte, también descansa en un rincón, ni siquiera tuve tiempo a enseñarte mi última adquisición. Y es que no me apetece mostrar mis formas ni sentirme sexy o deseada, ya no tengo tres fotos que enviar a nadie ni regalos que hacer.

Se han acabado los buenos días a tu disposición y los informes antes de dormir, ya no espero que preguntes como estoy ni tus buenas noches, ni tus llamadas de camino al trabajo, ni los momentos robados al fin de semana.

Cuando salgo a la calle tengo que fingir estar bien, que no has existido, que ha sido un juego irrelevante, en definitiva, tengo que fingir que no te echo de menos. 

Y sabes lo peor? Saber que te esperaría y no volverás, saber que pedí demasiado cuando debí ser agradecida por lo que me dabas... 

Lo peor es no haber sabido jugar, porque disfrutaba aprendiendo a satisfacerte.

Pandora, mi otra MitadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora