— Oye Fred.
— ¿Sí, Freddy?
— ¿Qué somos nosotros?
— ¿A qué te refieres?
— Sí, ¿qué somos? Es decir, sentimentalmente hablando.
Fred lo miró algo desconcertado para luego inclinarse en la mesa, recostar su cabeza en ésta misma y sonreír, — ¿Qué quieres tú?
Un silencio corto.
— Te quiero a ti.