Ya era un nuevo día, Fred estaba detrás del escritorio como todo los días.
Escuchó la puerta abrirse y se resistió a voltear.— ¡Hola!
Escucho su voz, tan animada como siempre.
— Hola Freddy. — saludo sin apartar la vista de la computadora —.
— Iré al patio a leer, te espero allá.
— Sí.
Freddy salio y se encontró con Maxwell podando los arbustos que estaban muy crecidos.
— Buen día señor Maxwell.
— Buenos días Freddy.
Freddy se sentó y comenzó a leer pero se distrajo ante una pregunta inesperada.
— ¿Hace cuanto conoces a Fred? Parecen muy buenos amigos, Fred no convive con nadie cómo lo hace contigo, ¿sabías?
Freddy sonrió para sí mismo y después dijo — Desde qué llegue aquí.