1-Una fiesta catrastofica (2)

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Dereck.

No podía creer que me tocase hacer este tipo de misiones. ¡Por dios! Soy un vampiro que tiene más cociente intelectual que todas las persona que habían en la fiesta juntas. Aunque claro, eso no era muy difícil.

Muchas chicas me miraban y eso me hacía sonreír sin poderlo evitar. Me encantaría llevárselos todas a un cuarto oscuro y tomarme toda su sangre sin dejar huellas del delito. Pero no, no podía hacer eso. Hoy debía centrarme al cien por ciento en una única chica de la fíesta: Rachel Zarhareen.

Sería fácil localizarla, aunque tenga que ir chica por chica simplemente es la que mejor olor tenga.

No tuve tiempo ni de prepararme para su búsqueda cuando lo note. Era un olor imposible de describir con palabras. Sólo poniéndolo te decía "pruébame".

Mire a la chica a la que le pertenecía un olor tan exquisito que provenía de su sangre. Era una chica no muy alta, más bien bajita. Flaca, com un vestido megrp muy simple y una máscara púrpura. Suelo castaño oscuro estaba recogido en una coleta dejando sólo el flequillo suelto.

Su cuello estaba al descubierto y no pude evitar quedarme parado admirando su blanco cuello. Me alegraba que Noguera de esas niñas pijas con bronceado, en.verdad, no las aguantó.

Rachel se puso a bailaron otras chicas. La verdad, no bailaba muy mal, pero seguía siendo una humana. Los humanos sólo eran comida.

Fui bailando pasando entre sus amigas hasta llegar a ella. Baile un poco a su lado hasta que provoque que nos chocásemos.

Ella se me quedo mirando sin comprender como había llegado hasta ella. Rachel había notado que antes la estaba mirando, pero no hizo nada, así que no le debió importar.

-Hola-le sonreí-. Lo siento, me he chocado.

-no, no importa. Yo, ya no tengo ganas de bailar.

La mire confundido ¿Habianhecho algo mal?

-¿Cómo te llamas? Es que no conozco a nadie de la fiesta.-pregunté para afirmar que era ella.

-Rachel.-dijo simplemente-encantada.

-yo soy Dereck. Igualmente.

Sonreí y le cogí la mano.

-¿Salímos fuera a tomar el aire?

Ella asintió y salimos fuéra. Era de noche. Quizá las 12 o la 1.

Paseamos por el jardín que estaba vacío. No me apetecía armero un escándalo, sólo tenía que activarla. Así que le quite la máscara poco a poco. Ella me miro extrañada. Le dedique una sonría y con rapidez vampirica me mordí la muñeca tomando mi sangre y la.bese dándole a ella mi sangre. Me empujó dándome una bofetada, pero daba igual. La transformación iba a comenzar.

SangrientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora