Jimin es una persona con sobrepeso, gusta de su compañero de clase Yoongi, ya casi 3 años, él no es mucho de hablar, y es el más inteligente de la clase, es misterioso y cruzó algunas miradas con Jimin.
Estaba devastado, la actitud de la persona que me gusta cambió tan de repente, no sabía si ir mañana a clases, si debía huir como de costumbre lo hacía ¿Realmente estaba listo para escuchar lo que me tiene que decir? Tenía tanto miedo y pensaba todas sus posibles respuesta que sin percatarme me había amanecido dando vueltas en la cama, me levanté, peiné el cabello y me puse una que otra mascarilla para que no se noten mis ojeras, me cambié lo más rápido que pude antes de arrepentirme y me fui a clases. Al llegar a mi aula correspondiente solo vi a Yoongi. Joder, por favor di algo Jimin... por favor!!!
Jimin: Yoongi q-querí... Yoongi: Ahora no tengo ganas de aguantarte, por favor vete.
¿Me aguantaba? Me puse a llorar como un niño delante de él y su mirada solo me decía que no tenía deseo de seguir viéndome. Me fui a sentar en mi carpeta con lagrimas esparcida por toda la cara, no sabía como reaccionar, solo quería que el día acabase y mañana despierte y piense que todo fue un sueño y ya ; sin embargo, sabía que no era así, lo que Yoongi dijo no lo podía cambiar aunque lo deseé con todas mis fuerzas.
Las horas habían transcurrido muy rápido y despistado aún, pues se avecinaba el intercambio de regalos y había olvidado el regalo para Yoongi en casa, estaba desesperado, decidí pedir permiso para poder salir y traerlo... corrí, sí, corrí como si mi vida dependiese de eso, llegué a casa y lo llevé conmigo de nuevo a clases, para mi suerte cuando llegué a mi aula todos estaban sentados escuchando al profesor, quien daba las indicaciones para poder empezar con el juego que había preparado para este día, cuando llegué todos se me quedaron viendo, excepto Yoongi quien volteaba la mirada avergonzado de mi presencia y del hecho que yo tenía su regalo ¿Me merecía esto?
Me senté y fui esperando hasta que el profesor nos llamara, todos teníamos que hacer una introducción de quien nos había tocado así los demás adivinaban, pero cuando por fin nos había llorado, Yoongi solo me tiró el regalo haciendo que todos se rían de mí, yo dejé el suyo en la carpeta del profesor y fui a sentarme... recostado empecé a lagrimear de dolor y rabia, me hice jurar que cara uno de mis compañeros me las pagaría, tarde o temprano, pero lo haría.
Al poco tiempo se me acercó viéndome lagrimear y dijo:
X: ¿Podemos hablar?
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