La primera historia de la biblia es toda sobre la importancia de las palabras. El primer capitulo de Genesis repite:
"Y Dios dijo" Y sucedió.
"Y Dios dijo" Y sucedió.
"Y Dios dijo" Y sucedió.
Luego Dios crea al hombre, le da aliento por su propia boca y le pide hablar. Pero yo nunca necesite que la biblia me dijera como la vida y la muerte yacen en el poder de la lengua. Lo podía sentir por mi propia cuenta cuando cierta gente me hablaba.
"Eres fea"
"A nadie le agradas"
"Eres estupida"
"Siempre estás estorbando"
"Te odio"
Sentía como empezaba a morir. Luego Dios me enviaría otra voz.
"Eres hermosa"
"Me agradas"
"Eres inteligente"
"Eres muy servicial"
"Te amo"
Luego sentia como volvía a la vida de nuevo.
No creo que el bullying sea la principal cosa que nos haga querer morir. Creo que puede ser un detonante para la gente como mi persona cuando era joven que ya se sentía insegura sobre su propósito e identidad.—gente propensa a la tristeza, personas inquietas con un mundo que parece ofrecer tantas respuestas superficiales a las preguntas más profundas que hacen que sus corazones sean pesados.
Pero aunque no es la única causa de que la gente quiera morir, el abuso verbal y emocional es poderoso y destructivo en la mente de alguien que busca identidad. Por años cargue un pesado bulto de palabras destructivas. Aprendí a ser inteligente y poética en mi odio sacando las cosas de mi bulto que otras habían puesto ahí. Aprendí la "sabiduría" demoníaca del abuso verbal y emocional siendo el objetivo de ese demonio.
También estaba sumergida en la "sabiduría" demoníaca de mentir, engañar, robar, manipular, discutir, ser arrogante, chismear, etc. Y me mantuve construyendo mi arsenal para hacer cosas que consideraba buenas. Encontré razones nobles para ejercitar estos demonios "sabios". Me convencí a mi misma que mientras estuviera logrando un mayor bien en el mundo (lo que sea que yo decidiera que era bueno), estaba más que justificada en usar cualquiera de estas armas. Y estaba profundamente ofendida por el concepto de pecado. Sentí que era solo una herramienta vengativa para la gente que querían señalarte, para hacerte sentir como una basura y controlar tu vida. Así que me sumergi deliberadamente en lo que sabía que era una visión cristiana del pecado. Cada vez que conocía a alguien que no hubiera sido "liberado" de disfrutar estas "pecadoras" cosas en la vida, yo trabajaría muy duro para "liberarlos" haciéndolos hacer las cosas que consideraban más tabú.
Cualquier brújula moral que poseía estaba alimentada por mis emociones. Dejaba que mis emociones dictaran lo bueno y lo malo para mi. A esto lo llame "escuchar a mi corazón".
Mientras me sumergía en mi moralidad siempre cambiante, todo eso mantenia mi corazón distraído. Y tenía que estar distraía para mantenerme diciendome a mi misma que estaba bien. Pero cuando todo se calmaba y todos se iban a casa, y yo me quedaba sola en mi habitación, podía sentir el vacío creciendo dentro de mi. No ser capaz de dormir era horrible, porque cuando me acostaba en mi cama por la noche, me sentía abierta a una aterradora realidad, una realidad que susurraba, Solo te estas engañando, Lacey.
Tal vez estaba ignorando esta realidad distrayendome. Me sentía inquieta y agonizantemente incomoda conmigo misma cuando estaba sola. Me sentía enferma, equivocada, y destruida, pero no tenía lenguaje para explicarlo ni respuesta para entender el porqué. Claro que la mayoría del tiempo podía ver lo que hería mi cuerpo, y a menudo podía ver lo que me podía sanar: tiempo, un vendaje y un poco de ungüento.
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The Reason: Como descubrí una vida que vale la pena vivir.
SpiritualEl día que Lacey sturm planeó acabar con su vida fue el día en que su abuela la forzó a ir a la iglesia, un lugar que Lacey pensaba estaba lleno de hipócritas, falsos e ilusos. La pelea a gritos que tuvo con su abuela fue la razón por la cual ella f...