Anduvieron, a pie, por el camino empedrado.
Había murmullo en la calle, la prisa normal del mediodía, carruajes que llevaban a las personas a sus casas y lugares diversos alrededor de la ciudad. "¿Cómo está quedando Ullhame Park?" Louis preguntó, girándose hacia Zayn para verlo, con los hombros hacia atrás, mirando las casas alrededor de ellos.
"Tan lujoso como podrías esperar". Respondió, dándole a Louis una rápida sonrisa. Su mejilla estaba recién afeitada, su cabello se apartaba de su frente. Sus pómulos eran afilados, de mármol como una estatua, con las manos apretadas contra un diario encuadernado en cuero, las páginas sobresalían de su encuadernación al azar.
Louis sonrió en respuesta, mirando a su alrededor los edificios perfectamente decorados que los rodeaban, observando a las personas bien vestidas en las calles. "Ah, bueno, Liam siempre ha sido conocido por su disfrute de las mejores cosas". Hizo una pausa, pensando en su próxima pregunta.
Aunque acababan de pasar una o dos horas juntos en el club local de caballeros, no habían podido charlar de cuestiones más personales y agradables, en cambio, se mezclaron con conocidos mutuos. "¿Y dónde está tu familia ahora?"
Zayn frunció los labios momentáneamente: "Se establecieron recientemente en una ciudad de Praga".
Los ojos de Louis se abrieron con asombro. Ni siquiera podía imaginar vivir en un lugar tan alejado de Inglaterra. "¿Praga? Me alegro de que aún puedas visitarnos aquí entonces ...''
El hombre asintió con la cabeza, con tono entrecortado mientras meditaba: "Liam y Sophia siempre han sido muy hospitalarios".
"Recuerdo cuando te quedaste en mi casa los primeros meses después de que tus padres se fuesen. La primera vez."
Su boca se volvió hacia arriba en una amplia sonrisa, casi desarmada en su encanto. "Sí, las gemelas aún no habían nacido".
Louis no pudo detener su propia expresión pícara, pensando de nuevo. "No, no habían nacido ..." Podía escuchar el sonido de un piano saliendo de una ventana abierta; el retumbar de voces que charlaban de otra. "¿Y dónde planeas aventurarte a continuación, Zayn?"
Agarró su diario un poco más fuerte, como si anticipara, sus ojos se iluminaron con la maravilla del mundo. "Suecia, tal vez. Aunque tengo unos meses antes de que planee irme de nuevo ".
Louis asintió a sus palabras con un suspiro, "Bien. Te extraño cuando te vas.''
"Yo también te extraño, Lou". Se detuvo entonces, con los ojos marrones examinando los números de las casas adosadas, antes de señalar una con la cabeza. "Ah, si me permites un momento."
Louis se volvió, hacia una puerta negra delante de ellos, un arco sobre su abertura, flores de lavanda entrelazadas a través de su marco fresco. Era el comienzo de la primavera, después de todo, las flores florecían bajo la brisa, pero con un sol agradable. "¿Dónde estamos?" Una casa muy bonita se levantaba detrás de la puerta, con adornos ordenados y variados ladrillos marrones. Louis siguió a Zayn a través de la entrada, deteniéndose ante la respuesta del hombre.
"Debo entregarle una correspondencia al señor Styles". Se volvió hacia él con una expresión de asombro ante el estado de pausa de Louis. "Espero que no te importe."
Louis reprimió su respuesta inmediata. No era que a él le importara ... No particularmente. "¿Esta es su casa?" No estaba seguro de por qué hizo una pregunta tan obvia, o por qué sonaba tan vacilante. Él había estado en muchas casas adosadas antes, tan extravagantes como la del señor Styles.
"Sí. Bonita, ¿no es así?'' Preguntó Zayn, mirándolo vacilante con una de sus cejas negras levantadas en pregunta.
Louis sacudió la cabeza para librarse de la repentina irregularidad en el latido de su corazón. "Mucho. ¿Debo esperar aquí?
