Capítulo 7

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Harry y Louis habían caído en el hábito de compartir las sonrisas más pequeñas entre sí. Siempre se sentían un poco secretas cuando lo hacían, como si solo fueran para los dos.

Harry había empezado a ser menos irritante, como si intentara a propósito no molestar a Louis. Y quizás, tal vez, Louis se estaba acostumbrando un poco a las declaraciones irónicas y francamente provocativas de Harry.

Especialmente con la cantidad de tiempo que pasaban juntos.

Louis, por supuesto, trató de abstenerse de permitir que fuera demasiado a menudo, por la forma en que el aleteo en su pecho lo agotaba. Harry asistió a ese esfuerzo viajando a su casa de pueblo cuando le parecía oportuno, siguió cumpliendo con su deber ante el parlamento y solo se quedaba en la mansión durante unos días aquí y allá.

Louis a menudo se encontraba esperando un poco por esos días, cuando sabía que Harry volvería a casa. No porque disfrutara de su compañía. Sino porque pensaba que el anfitrión debería estar allí cuando él y sus hermanas estaban allí. Simplemente parecía apropiado.

Sus hermanas disfrutaban inmensamente de su tiempo en Briglane Manor. Felicite la que más, ya que había encontrado la biblioteca no mucho después de que habían llegado, y las gemelas, que jugaban al escondite con las criadas. Charlotte no se había molestado mucho en familiarizarse con la finca, sabiendo que pronto se mudaría a la casa de Niall después de que la iglesia hubiera aprobado su licencia.

Estaba extasiada, y nada menos, con una mirada soñadora en sus ojos y una sonrisa constantemente presente en su rostro. Felicite no estaba tan convencida de que encontrar un marido hiciera lo mismo con ella.

Louis sabía que tenía que concentrarse en encontrar a Felicite un posible pretendiente ya que Charlotte ya no era una preocupación. Se preguntó cómo se sentiría ella si le ofreciera la mano a un hombre que había conocido en una de las fiestas de Liam. Él mismo no había estado demasiado inclinado con el compañero, pero pensó que, por eso solamente, convencería a Felicite de que se lanzara directamente a sus brazos. Siempre le gustaba ser contraria a Louis.

Desafortunadamente, ella no había estado dispuesta a hacerlo cuando él había sacado el tema. Intentó que Charlotte hablara con ella, pero Charlotte estaba demasiado ocupada siendo amable con la opinión de su hermana para expresar su propia opinión. O la de Louis para el caso.

E inevitablemente, fué demasiado pronto antes de que Charlotte estuviera de pie frente a Briglane Manor con un vestido precioso con sus maletas empacadas, despidiéndose de sus hermanas y haciendo que todas prometieran visitarla a ella y a Niall lo antes posible. Dejó a su hermano para el final y, aunque él quería que Felicite y Charlotte se casaran lo más rápido posible, todavía se sentía un poco agonizante por permitirle irse. La extrañaría mucho.

Poco después de haberla despedido en uno de los muchos carruajes del señor Styles, Louis se unió a Felicite, Phoebe y Daisy en la biblioteca. Cada una de las chicas estaba leyendo, no en paz, y Louis decidió llevarse su propio libro para disfrutar del maravilloso clima y los hermosos jardines del exterior.

Caminó un rato, con un libro en la mano y pensamientos en la cabeza, preguntándose qué haría con respecto a su situación de vida. Y qué haría con la falta de interés romántico de Felicite. Él no quería forzarla a casarse, pero sí quería que ella estuviera segura y tuviera una buena vida a medida que crecía. Lo que significaba casarla con un pretendiente adecuado.

Su cabeza daba vueltas con los pensamientos. Tanto que ni siquiera pudo disfrutar realmente de los jardines como había querido antes de que ya los hubiera pasado.

Cuando se hubo alejado lo suficiente y encontró un lugar agradable en la hierba junto a las raíces de un árbol sombreado, se sentó. Entonces estaba bastante lejos de la mansión, aunque todavía podía ver si alguien salía o entraba, el muchacho del establo se movía alrededor del establo de caballos y algunas doncellas entraban y salían por la entrada trasera para hacerse cargo de sus tareas.

Por El Bien De La PropiedadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora