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     Justo ahora, Tess y yo estábamos caminando a través de los pasillos, siguiendo a una persona de staff que nos llevaba a servicios médicos, al parecer tan bien me iban hacer firmar una responsiva que decía que no iba a demandar por agresión o algo por el estilo a ninguno de los dos peleadores, había aceptado siempre y cuando se asegurarán de que no me había pasado nada grave y que me dieran algún analgésico para el dolor.

     —Es por aquí —nos dijo y abrió una puerta, dentro había muchos luchadores, más de los que habían participado, mire emocionada a Tess, ella estaba igual o peor que yo.

     —Disculpe, ¿hay algún problema si busco algunos autógrafos para mi amiga, por favor? —pidió Tess, le dirigí una mirada curiosa, ella me guiño un ojo—. Ya que no podrá buscarlos por sí misma.

     —Vaya, estaremos al final del pasillo, en una tienda —respondió el staff luego de consultarlo por radio, al parecer no querían privar de atenciones a las chicas que habían resultado agredidas.

     —Enserio quiero los míos —le susurré, ella sonrió y asintió mientras sacaba una pequeña agenda y su pluma.

     —Les tomaré fotos y te las mandaré más tarde —prometió mientras se alejaba muy sonriente, yo negué y seguí al tipo.

     Tal y como lo había dicho, terminando el pasillo, estaba una tienda de color blanco, el staff me abrió la cortina y yo entre, dentro estaba una doctora terminando de revisar a una chica que había peleado con Beeky, me dirigió una mirada curiosa.

     —¿Que hace aquí? —pregunto mientras le ponían un ungüento.

     —Es mi próxima paciente, anda, vete, ya estás mejor, Carmella —respondió la doctora, yo mire a la peleadora, no sabía si felicitarla o no, me abstuve de hacerlo, puesto que perdió.

     —Suerte, aunque supongo que no la necesitas, es una buena doctora —dijo y se levantó de la camilla, yo sonreí y ella salió, mire a la doctora.

     —Bien, veamos, me dijeron algo, pero dime, ¿que pasó? —pregunto mientras me indicaba sentarme en la camilla, haciéndole caso, comencé a caminar.

     —Un luchador me cayó encima y me golpeó en el pecho, luego termine cayendo encima de una silla y me golpeé la espalda —respondí, ella asintió y se plantó frente a mi.

     —¿Estas incómoda si te quitas la blusa? —cuestiono mientras miraba mi vestimenta, yo la imite y negué, si de por si ya se veía mi sostén, ¿qué perdía?

     —En absoluto —dije, me ayudó a sacar la prenda de mi cuerpo con mucho cuidado, luego me hizo sentarme derecha y comenzó a palpar mi espalda.

     —Dime donde te duela —pidió, yo asentí mientras sus manos comenzaban a subir por mi columna, sin embargo, apenas llegó a mi homoplato izquierdo, hice un gesto de dolor.

     —Ahí —alcance a decir mientras hacía una mueca, ella estaba a mis espaldas.

     —¿Te cuesta trabajo respirar?

     —Si respiro profundamente, me duele, pero así no —explique, ella se puso ahora frente a mi, comenzó a palmear mi pecho, cerca de mi clavícula izquierda, entrecerré los ojos por la presión.

     —Tienes huesos fuertes, a pesar de que recibiste un impacto doble, no tienes ninguna fractura, sin embargo te dare unos analgésicos para el dolor, con respecto al cardinal que se está formando en tu espalda, no puedo hacer mucho, con el tiempo sanará, unas semanas, tal vez —me informó, yo asentí y ella me dió la espalda.

Fuera de Combate (Jeff Hardy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora