My Cousin Is In Magcon [MCIIM] #2

1

-No te vayas May. Por lo que más quieras, no lo hagas.- Joey estaba en frente mío con los ojos rojos y las mejillas mojadas.

-Yo tampoco quiero hacerlo Joey, pero no es mi decisión.- se me escapó un sollozo y Joey se acercó a abrazarme.

-Prométeme que no nos separaremos linda. Nunca.- agarré un mechón de su cabello y lo enrollé en mis dedos.

-Nunca.- lo miré y acaricié su mejilla- Nunca.- le planté un beso en los labios.

-Tienes mi corazón completo May Black. Es todo tuyo. Cada latido expresa lo que siento por ti. Cada latido es tuyo.- me recosté en su pecho y escuche su corazón.

-No sabes lo feliz que me haces.- se me cayó una lágrima pero el la atrapó.

-No llores. Saldremos adelante, superaremos esto. Existe Skype, WhatsApp, y muchas apps más por las que podemos estar juntos.- acarició mi cabeza.

-Nunca pensé que me enamoraría así de ti.- ambos soltamos una risa un poco torpe.

-No se si tomarlo como un halago o un insulto.- está vez reímos con más ganas.

Lo observé y estudié su rostro completamente. Era hermoso, inteligente, gracioso, desenvuelto. Era él. Era él en todo el sentido de la palabra. Todos los adjetivos que existen no bastarían para describirlo. Era él y era mío. Lo tenía a mi lado.

Noté que sus ojos estaban cerrados y tenía la respiración calmada.

Se había dormido, así que cerré los ojos y me concentré en hacer lo mismo.

—

Sonó la alarma y me desperté lo más rápido que pude para apagarla.

Me quedé un rato sentada en el borde de la cama antes de levantarme para ir al baño y asearme.

Vi la hora en el celular.

<2:00 a.m.>

-Joey, despierta.- lo moví un poco para que se levante y abrió los ojos poco a poco.

-Un ratito más.- masculló y me tiró de nuevo a la cama.

-No Joey, ya son las dos. El vuelo hacia California sale en dos horas. Levántate.- bufó e hizo un puchero.

-Quedémonos un rato más.- volvió a tirar de mí hacia la cama sin importarle mis intentos.

-Pero luego se molestarán con nosotros, y lo sabes.

-¡Joey, May, salgan de han vez tenemos que salir de acá en menos de veinte minutos!- gritó Cameron golpeando la puerta con fuerza.

-Joey sal, tengo que cambiarme.- Esta vez era Lily la que golpeaba la puerta.

-¿Ves? Tienes que pararte, vamos, arriba.- con mala gana se paró y antes de cruzar la puerta para ir a su habitación me dio un beso en la frente y dio paso a Lily.

-Ah, por cierto. Gracias por dejarnos estar solos Lils. Lo bueno es que Bart no se dio cuenta.- dijo Joey abriendo la puerta.

-Hola Lils. Ahora que estamos solas ¿Como te fue con Aaron? Tienes los ojos hinchados. Supongo que no tan bien.

-¿Que vamos a hacer May? No me quiero separar de Aaron y sabes como son nuestros papás.- de tiró a la cama con resignación.

-Me chupa un ovario lo que piensen nuestros papás. Ya tengo 15 y tu tienes 16. Tal vez no seamos las chicas más maduras pero ambas tenemos una historia con los chicos, una historia que quiero seguir escribiendo, que queremos seguir escribiendo.- enfaticé la palabra "queremos" y me senté a su lado.

-Pero May...

-Nada de peros Lily. Algo se me va a ocurrir. Ahora cambiémonos.- me pare de un salto y me metí al baño para despojarme de mis prendas y entrar a la ducha.

Me lavé el cuerpo y en menos de 7 minutos estaba lavándome los dientes.

Salí para ver a Lily con un pantalón de buzo negro y un polo que supongo que era de Aaron amarrado un poco más abajo de la cintura.

La imité y me puse un buzo negro con un hoodie de Joey color blanco.

-¿Lista?- me preguntó con sus maletas a los lados.

-Lista.- le dediqué la enorme sonrisa para darle confianza en que todo saldría bien aunque por dentro estaba hecha pedazos.

Salimos de la habitación y nos encontramos con todos los chicos incluido Bart.

-¿Nos esperaron mucho?- pregunté.

-No, sólo fueron unos minutos. No te preocupes enana.- Joey le dio una mirada de reproche a Hunter, lo que hizo que se intimide- Enana de Joey.- se corrigió y todos reímos menos Bart que estaba revisando su reloj cada dos Segundos.

-Si ya terminaron con sus bromitas. Podemos subir al bus que nos espera afuera.- todos caminamos lo más rápido que pudimos hacia el bus. Nos convenía tener a Bart de nuestro lado.

-May, sentémonos juntos.- propuso Joey.

-¿Eso es una pregunta? Porque sonó más como una orden.- reímos y fue a buscar asientos para ambos.

Fui hacia la maquina de café que al lado tenía unos sobres con infusiones y me preparé una. Le puse la tapa al vasito y me dirigí hacia donde estaba Joey.

-Hola princesa.- intentó levantar una ceja pero fracasó en el intento.

-¿Esa es tu cara de conquista? Wow, no conocía Eda faceta tuya Don Juan.

Pensar que estos momentos ya no serán tan frecuentes como lo son ahora me parte el corazón.

-¡May!- gritó J desde la parte delantera del bus.

-¡Aquí estoy rubio!- levanté la mano para que me vea.

-¡Ahí voy!- se levantó de su asiento y se dirigió hacia el mío.

-Hola primito.- lo saludé al verlo en cuclillas al costado de mi asiento.

-Hola primita.- me revolvió el cabello y sonreí- May, quiero hablar contigo sobre tu estadía en California.- me atoré con la infusión y casi escupo en la cara de J.

-Lo siento, pero... ¿estadía? Pensé que ya estaba decido, iba a volver a Perú.

-Hablé con tus padres.

-¿Tu hiciste que?- se me dibujó una enorme sonrisa en el rostro

-Y les pedí que hablen con los de Lily.

-¡¿Que tú hiciste que?!- gritó Lily desde dos asientos más atrás y corrió hacia donde yo estaba seguida de Aaron.

-No se emocionen enanas. May, tus papás te esperan en California y te darán su decisión final. Solo queda rezar.

—

El avión aterrizó Justo unos minutos después de que me desperté.

Joey sacó su brazo de mis hombros dando paso al aire frío.
Al bajar encontramos una van negra estacionada, la cual nos llevaría a la casa de Nash.

Al llegar supongo que mi cara de sorpresa debió de ser épica al notar a mis papás en la puerta de la casa ya que Joey me preguntó si estaba bien.

-May, hija. Te extrañé mucho.- dijo mi padre dándome un abrazo al cual mamá se unió después.

-Pa, creo que... debemos de hablar de algo.- lo mire firmemente a los ojos.

-Tienes razón hija. Pasemos a la casa y así hablamos mejor ¿te parece?- le sonreí y entramos a la gran casa de Nash.