3. Opción

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Un furioso toque en la puerta los despertó de un sueño profundo.

Mierda, Elena!

El reloj dice nueve quince.

"Mierda." Él nunca había dormido tanto. Claro, él ha sido hechizado, y era bueno porque él se sintió descansado por primera vez en un largo tiempo.

Él fue distraído por un segundo por la visión a su lado, Anastasia se veía increíble por la mañana. Su cabello estaba cubriendo libremente su rostro y hombros, sus ojos brillaban de la energía, sus mejillas levemente sonrojadas, todo combinado en una mujer hermosa que sería, pronto, suya. Y además, ella estaba en el mismo estilo de vida y está dispuesta a probar cosas nuevas con él, ella no podía ser más perfecta.

Otro toque lo sobresalta. "Ve a cambiarte."

"Por qué me siento como si estuviéramos engañando a alguien?"

"No lo estamos. Ahora ve, te explicaré después."

Él fue a la puerta, abriéndola cuidadosamente para recibir a una furiosa Elena.

"Christian, no estoy feliz."

"Pero..."

"Nada de peros, me dejaste esperado."

"Cálmate Elena, me quedé dormido, estaba cansado." Maldita perra, cual es su problema.

Christian se dio cuenta de que él tampoco estaba feliz, ya está rechazando a Elena, la mujer con la que supuestamente iba a tener sexo en unos minutos. El trato ya no se veía tan bien.

Cerrando sus ojos ella respiró profundamente calmándose. Después ella le sonrió a él. "Lo siento, estoy enojada porque no tengo tanto tiempo como pensaba, así que comencemos enseguida. Quítate los pantalones y ponte en posición mientras yo utilizo el baño."

"No, espera."

"Qué?" Ella observó a Christian sorprendida.

Tratando de disimular sus sentimientos, Christian explicó con una voz despreocupada. "Una amiga está usando el baño, se irá en unos minutos."

El ceño fruncido de su rostro le dijo que ella se estaba enojando de nuevo, el tono frío lo confirmó. "Usaste la habitación que estoy pagando, para jugar con una amiga?"

"Pero claro que no, Elena. Ella tuvo una emergencia y yo la ayude, eso es todo." Eso es todo lo que tienes que saber, y no era una mentira. Christian pudo entender la indignación de Elena, pero él no se estaba sintiendo demasiado paciente esa mañana.

Anastasia salió del baño usando su ropa, aún mojada pero no tanto como anoche. Qué pasa si ella se resfría?

La amenaza de un resfriado fue olvidada inmediatamente cuando él notó lo que estaba pasando frente a él, las dos mujeres estaban apunto de comenzar una pelea.

"Rose?"

"Hola, Elena."

Rose?

"Rose?"

"Mi apodo."

Ella ya había conocido a Elena, probablemente en algún club o fiesta. La mirada alarmada que Anastasia le dio era desconcertante, a ella no le gustaba Elena.

"Qué no se iba a ir ya?"

Mierda, Elena la estaba echando de la habitación. A él no le gustó eso, después de todo, por lo que sabía Elena, Anastasia estaba allí por él.

Under A SpellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora