Narra Marta.
Madrid, una de las ciudades que nunca me imaginaría que visitaría, ni mucho menos, que me iría a vivir.
Había terminado el bachillerato, y tenía que buscar trabajo para pagarme mis estudios en un grado superior, ya que por ahora no quería meterme en la universidad. Estuve demasiado estresada estos dos últimos años, casi no podía dormir por quedarme hasta tarde estudiando y me pasaba parte de los días encerrada en casa con los apuntes delante. Realmente ha sido una auténtica tortura. Pero todo esfuerzo ha merecido la pena, no me arrepiento para nada de todas esas largar noches de estudio en la que mi única compañía eran los libros y apuntes. He conseguido mi título de graduada en bachillerato, y estoy muy orgullosa.
La razón por la cual mi familia había decidido venirse aquí a vivir, era porque mi madre consiguió ofertas muy buenas de trabajo tanto como para ella como para mí, y supongo que no podía desperdiciar aquella oportunidad. Mi trabajo se consistía en estar en el jardín de hoteles de lujo en Madrid, vendiendo cócteles, el jardín estaba abierto para gente que tenía habitación en el hotel como para gente que venía simplemente a pasar un rato. Sinceramente se habían marcado un buen negocio con esto.
Estábamos de camino a Madrid en el tranvía, mis padres estaban sentados más delante, a mi lado en la parte de la ventana estaba Lola y a mi otro lado se encontraba Paco, mi novio.
El también había decidido dejar Torre del Mar, el pueblo donde siempre habíamos vivido. El motivo por el cual Paco quería venirse con nosotros era para vigilarme. No se fiaba de mí, sospechaba de que le pondría los cuernos, aunque allí en Torre del Mar tampoco cambiaba mucho el asunto.
Siempre que salía me preguntaba las personas que me acompañaban, me pedía que le enviase fotos de cómo iba, y si no le gustaba me pedía que me cambiase. A veces llegaba a venir a mi casa solo para asegurarse de que me había cambiado, y me acompañaba hasta el lugar donde me tenía que encontrar con mis amigos. Y si a él no le apetecía que yo saliese, me lo impedía y me amenazaba. Sinceramente, vivía con miedo. Tenía miedo de que algún día se le fuese la cabeza del todo y decidiese hacerme algo, por eso no me atrevía a cortar con el. Y no podía más, quiero que me deje en paz, porque es una relación muy tóxica. Directamente me hacía lo que él quería, me tocaba como y cuando quería, todo ese tipo de cosas, y si me negaba, el me forzaba. Pero nunca he llegado a tener relaciones sexuales con el, por suerte no ha llegado a ese extremo.
Nunca le he contado a nadie la situación, pero por miedo otra vez, seguramente si le contaste esto a algún familiar, iría directo a él para decirle de todo y que se alejase de mí. Entonces el podría reaccionar agresivamente haciendo cualquier cosa.
Prefería dejarlo así por ahora, y buscar una solución con la cual me sienta cien por cien segura, de que no podría resultar yo ni nadie de mi familia herida.
De camino en el tranvía, noté una mano posarse en mi muslo mientras lo acariciaba lentamente. Eché la vista hacia arriba, y vi que era Paco, el cual estaba mirando por la ventana sin prestarme atención a mi. Comenzó a subir más, llegando muy cerca de un lugar que en mi vida querría que tocase. Le aparté la mano bruscamente levantándome, a lo que él me miró enfadado.
-Voy a decirle una cosa a mamá, ahora vengo.-intenté decir con un tono de voz tranquilo dirigiéndome a Lola, la cual me respondió mirándome con una ligera sonrisa.
Me fui de allí, sin volver a mirar a Paco. Lo último que había visto era su rostro enfadado mirándome, me causaba mucho pánico y era el motivo por el que dejaba que hiciese conmigo lo que quisiese, esa mirada amenazante. Pero ahora estábamos en un sitio público, con mi hermana y mis padres aquí, sabía perfectamente que no me podía hacer nada.
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Come with me | Martia
FanfictionUn mismo destino, un mismo lugar y una misma coincidencia. Marta y María, dos chicas totalmente diferentes pero con un mismo camino. Una coincidencia que cambiaría la vida de ambas.