IV | La invitación

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Narra Marta

Comencé a abrir los ojos poco a poco, e inmediatamente me tapé estos con las manos, ya que entraba un rayo de luz que justo iluminaba toda mi cara. Me giré hacia un lado para poder librarme de esa luz y entonces miré el reloj digital que había encima de mi mesilla.

Las 11:11.

Automáticamente se me vino a la cabeza María y mi deseo de volver a verla otra vez. Seguía sin tener ni idea de sus redes sociales, tampoco había conseguido su número de teléfono, aunque ahora sabía dónde trabajaba y me podía pasar por ahí para poder verla de nuevo. Aunque con lo que pasó ayer... espero que no le hayan echado del restaurante, y todo por mi culpa.

Era miércoles, mis padres se habían ido bastante temprano a su nuevo trabajo, y mi hermana comenzaba hoy su primer día en el instituto. Yo todavía tenía que esperar la llamada de mis futuros jefes para saber cuándo empezaba a trabajar y el uniforme que tendría que usar. También estaba en espera de las listas de admisión para los grados superiores, que no las pondrían hasta la semana que viene.

Decidí levantarme de la cama para comer algunos pocos de cereales, ya que no tenía mucho apetito para desayunar algo más. En cuanto terminé me pegué una ducha, y para finalizar me senté en el sofá del comedor, mirando cualquier chorrada de la televisión mientras revisaba mi teléfono.

Sentía una gran necesidad de hablar con María, de saber que había sido de ella después, y que ha pasado con su trabajo. También sentía curiosidad por Paco, no tenía ni idea de que había pasado con el.

Empecé a revisar mi WhatsApp, no había nada nuevo, solo mensajes de una de mis mejores amigas, Marilia. Que casualmente ella estaba viviendo también aquí, ya había quedado con ella algunos días para presentarme a sus amigos y llevarme a conocer un poco la ciudad.

En cuanto salí de la aplicación, algo captó mi atención, el bloc de notas estaba ahí en medio de la pantalla, descolocado totalmente de dónde yo lo tenía. Sin pensármelo abrí la aplicación, y me encontré con una nota abierta que decía lo siguiente;

Hola Marta, te dejó aquí mi número de teléfono, por si quieres escribirme, con la tensión de ayer, me dio corte pedírtelo. Espero que esto me haya salido bien y no hayas vuelto a colocar la aplicación donde la tenías sin haberla abierto jajaja.

Esbocé una sonrisa de inmediato cuando leí aquel mensaje que María había dejado para mi. Literalmente estaba sonriendo como una tonta al ver como se las había ingeniado la rubia para darme su número.

Me lo guardé sin pensármelo dos veces.

Entré a WhatsApp y me quedé en su contacto algunos segundos pensando bien en qué iba a decirle, realmente estaba nerviosa y no sabía porqué, esa chica me provocaba varias sensaciones a la vez que no podía identificar.

Finalmente me decidí a escribirle;

Hola María, que bien
te las ingeniastes para conseguir
mi número de teléfono jajaja.

Sin pensármelo mucho para no arrepentirme después, le di a enviar rápidamente. Aunque pocos segundos después lo empecé a hacer llevándome las manos a la cara de la vergüenza por haberle dicho eso. Tiré el móvil a un lado del sofá porque no quería ver nada todavía. Aunque pensándolo bien, tampoco debería estar avergonzada, más lo debería estar ella si su plan no hubiese salido bien.

Come with me | MartiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora