II | Coincidence

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Narra María

Increíble. Eran las únicas palabras que se me venían a la cabeza después de haberme topado con aquella chica.

Quien me diría que un día de mierda cualquiera como hoy, acabaría encoñandome de una chica que había visto prácticamente un minuto. Solo por lo guapa que era.

No había conseguido su nombre, ni sus redes sociales, así que debía despedirme de la idea de volver a verla alguna vez en mi vida. Por culpa de las prisas que llevaba ella, no había tenido ni la más mínima oportunidad de preguntarle su nombre, asique quité de mi cabeza toda idea de que había sido una completa estúpida por no habérselo preguntado.

Una vez la vi alejarse de mí con la mano levantada en señal de adiós, en mi cara se dibujó un puchero, pues quería que se quedase más tiempo conmigo para conseguir datos de ella.

Decidí irme a casa de África, mi mejor amiga. Vivíamos en el mismo edificio, y como ella tenía Netflix y una tele de estas que tienen buena calidad, me pasaba más tiempo en su casa que en la mía. Pero a ella no le importaba, realmente éramos inseparables y siempre estábamos haciendo planes juntas, aunque fuese comer pizza como gordas en alguna de nuestras casas.

La puerta del portal estaba abierta asique subí directamente y empecé a llamar rápidamente al timbre mientras decía su nombre en tono de niña pequeña.

Finalmente la puerta se abrió y vi a una África con los pelos revueltos, en pijama y mirándome con cara de asco.

-¿Te has pasado el día durmiendo?-dije pasando a su casa como si fuese la mía.

-Tía ya te lo dije, hoy iba a estar de resacón total, la fiesta que me pegué ayer no fue ni medio normal.-comentó ella cerrando la puerta y siguiéndome hasta el salón.

-Que la África nunca se pierde ninguna fiesta por si conoce algún tío bueno.-dije en tono sarcástico como si se lo estuviese diciendo a alguien.-Pero nunca liga, no sé porqué acabas yendo siempre a todas.

-Pues no lista, ayer conocí a un chico mega mono.-dijo mientras yo me llevaba las manos al pecho abriendo la boca completamente.-No hagas eso idiota, tampoco llevo tanto sin ligar.

-Me he liado con más tías yo que tú con tíos en lo que llevamos de mes.-comenté orgullosa sonriendo.

-Si, pero tú no buscas nada serio desde que te dejó tu ex. Solo buscas líos. Yo quiero encontrar a un chico que me cuide y que me quiera, no solo que me quieran para un polvo o un lío repentino.-dijo en tono serio mirándome, consiguiendo que se me bajase la sonrisa de golpe.

África tenía razón, desde que mi relación con mi ex terminó, nunca he vuelto a buscar una relación seria de pareja. Si conocía a una chica que me pareciese atractiva lo único que intentaba conseguir era un lío o un simple polvo. Porque tenía miedo de volver a sufrir. Estuve seis años con mi ex novia, y fueron los mejores años de mi vida. La quería mucho, pero la razón por la cual terminamos tantos años de relación no tiene perdón. Y por lo tanto, tenía que olvidarme de ella. Pero no podía olvidarme de lo que pasó, y de todo lo que sufrí. Esos motivos me impedían querer dar un paso más con alguna chica. A parte, de que nunca sentía que me gustaba para algo más que un lío o un polvo.

Cuando África dijo esas palabras de que necesitaba a alguien que le quisiese y que le cuidase, se me vinieron a la cabeza todos los recuerdos con mi ex. Intenté no pensar más en ellos, pero es que me lo había dejado a huevo, y ahora es cuando empezaba a notar la necesidad de tener a alguien a mi lado otra vez.

Come with me | MartiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora