EL CLUB DE LAS CINCO

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D a f n e

VIERNES 3:00 AM.

Estaba jodida. Su aliento me respiraba en el oído, podía reconocerlo a metros de mí. Olor a old times y cigarrillos baratos. Jak.
-Dafne... - Susurró- te hemos estado buscando por días.
-Parecen que no son buenos en ello porque tardaron mucho- dije forzando una sonrisa. Me costaba mucho respirar debido a su fornido brazo alrededor de mi cuello.
-Te crees lista, ¿eh?- me dijo estrujando más mi cuello.
-Lo soy- me esforcé por decirlo de forma clara.
En un rápido movimiento, mi codo golpeó con fuerza su tórax. Lo suficiente como para dejarlo sin aliento por unos segundos. Echó su cuerpo hacia atrás, lo que me impulsó a soltarme, tomar su brazo y hacerle una llave.
Jak se rió, aun recuperando la respiración de a pocos.
- Eres una niñita con huevos- se burló- justo como cuando tenías siete puñeteros años.
-He mejorado un poco- apreté con más fuerza.
-Basta de juegos.
Se soltó de la llave y me tomó por la camiseta negra levantándome hacia arriba con su puño.
- Mira D, tú me caes bien- aseguró Jak- no te he matado porque te conozco desde que eras una niñata.
Su falso sentimentalismo me enfermaba. Odiaba su olor porque era todo de lo que hui.
- ¿Qué diablos quieres, Jak?- le enfrenté.
-Tu madre nos debe mucha pasta- se limpió el sudor con el dorso de la mano libre.
- ¿Qué demonios tengo que ver yo en eso?- me atreví a preguntar.
- Tu maldita madre no se aparece. Tú tendrás que arreglar sus líos, ¿no?
Todas las voces en mi cabeza sonaban. Aun estando a kilómetros de Delila, ella me arrastraba a la mierda.
- ¿Cuánto es?-Lo miré detenidamente. Jak a pesar de todos los años seguía en la misma onda. Ojos rojos por las drogas, ojeras por el insomnio, cortes en los brazos por "trabajos clandestinos fallidos". Tanto tiempo y los vicios lo consumían cada vez más. Aunque lo entendía, yo sabía muy bien lo difícil que era salir de esa vida.
- Me gusta tu camiseta- Dijo como si pensara su próximo movimiento- Es de buena tela, cara. La quiero.

Ignoré su comentario.

- ¿Cuánto es?- repetí- ¿CUÁNTO DINERO ES?

- Son 10 grandes.
Tragué saliva, no tenía trabajo y mi vida era una farsa.
- Suéltame.
Arrebaté su mano de mi camiseta. Fruncí el ceño, lo miré fijamente. Creo que él disfrutaba esta situación.
- Dame una semana y te daré ese dinero.
Se acercó a mí tanto que tenía su frente pegada a la mía, después asintió.
-No me obligues a hacerte daño- señaló con dos dedos mis piernas- o nunca volverás a caminar.

Encendió un cigarrillo, observándome. Luego, se alejó lentamente hacia la oscuridad de este callejón. Su sombra despareció al cabo de unos minutos.

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VIERNES 10:48 AM.

- ¿Y bien?- bebí de mi inka cola- ¿Te enrollarse con Lio o no?
-Uf, no. No creo poder de todas maneras- dijo dubitativa Arabella- él es famoso y yo pues... Me conoce mi papá y mi perro el señor Rufus.
- Por eso mismo- Isabelle acercó su bandeja a la mesa y se sentó al costado mío- estableces contacto con él y te lleva a la fama. Ahí lo tienes, Ara. Más posible y fácil que Katy Perry ganando un grammy.
- No usaré a Lio- resopló Ara. Todas vimos como arrugaba la nariz. Sonreímos al mismo tiempo.
- Deberías- comenté.
- Deberías- Isabelle me siguió agitando las manos.
- Pero bueno, ¿Qué hay de tu acosador?- preguntó Ronnie mirando a Isabelle comer lentamente sus pallares.
- No tengo ni idea, ¿quién crees que pueda ser, Daf?- inquirió Izzie, sus ojos clavados en los míos.
- Ni idea- escruté mordiendo una papa.
- A lo mejor es tu ligue, ya sabes... William. El de las peleitas- Arabella se burló- misterio resuelto.
- Parece que seremos los de Scobby Doo- Isabelle alzó una ceja.
-Tú- señalé a Ronnie- serías Vilma. Por lo inteligente. Por otro lado... Isabelle sería Dafne.
- Yo sería Shaggy- me auto denominé el vago de la pandilla.
Isabelle se rió.
- Y Arabella sería...Fred.- Arabella rió- ya sé, por lo guapa, eh.

En mi otra vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora