En cuanto más me estresaba por estirar el vestido para que se vea más largo, más se subía. El vestido negro apenas llegaba hasta mis muslos, la parte de arriba era strapless, cosa que lo hacia aun más fastidioso. Había dejado mi cabello suelto, este caía por toda mi espalda. Me puse un poco de mascara en las pestañas, con brillo en los labios. Lo estúpidos tacones apenas dejaban moverme.
El timbre sonó y me las arregle para llegar a este, sin tropezarme o caerme. Abrí la puerta, y me encontré con Luke, quien estaba con el ceño fruncido y la mirada en el suelo, la levantó cuando abrí la puerta. Y sentí como su mirada viajaba recorriendo cada milímetro de mi cuerpo.
— ¿Te olvidaste tus llaves?—pregunté entrando al departamento.
—Sí. —respondió y cerró la puerta. — ¿Vas a salir con Kendall hoy?
—Sí y no, Kendall no viene, tiene algún tipo de experimento de ciencias, somos solo Zack y yo.
— ¿Quién demonios es Zack?—preguntó totalmente serio.
—Mi estudiante de intercambio, es de Inglaterra, llego a la escuela hoy. Toda la escuela lo vio, debes haber estado ocupado con Liliana.
— ¿Por qué te molesta tanto que esté con ella?
—No me molesta. Yo solo estoy diciendo.
El timbre volvió a sonar, abrí la puerta y cuando pensé que Zack no podía verse más sexy, me confundí, la gorra había desaparecido, los jeans que traía le quedaban perfectos, su cadena de plata aun seguía colgando de su pecho.
—Hola de nuevo. —dijo dándome un beso en mi mejilla, y pude inhalar su perfume.
—Hola, Soy Luke, Luke Shor. —dijo Luke adelantándome.
—Hola, si te vi en el almuerzo con tu novia. April me dijo quien eras.
— ¿A dónde van a ir?—preguntó curioso.
—A un clu…
—A una cita—me apresuré en responder.
Sabía que si Luke sabia que iríamos a un club nocturno,con identificaciones falsas, me arrastraría de vuelta a mi habitación, y sé que el no tiene derecho porque no es mi padre ni nada por el estilo, pero no dejaría que eso pasara de ninguna manera.
— ¿Puedo ir con ustedes?
—Bro, no queremos que te sientas solo. Además es algo entre ella y yo. Estoy seguro de que a tu novia le gustaría verte esta noche.
—Ella está fuera de la ciudad. —dijo enojado.
—Lo siento. Adiós, Shor. Diviértete. —dije despidiéndome con la mano.
Empujé a Zack fuera del departamento, fuera de la mirada de Luke.
{…}
A penas el dieron una mirada a las identificaciones cuando entramos, no se molestaron en revisarla. Podía sentir como los hombres se volteaban a ver mi trasero, y me sentía sucia. Zack se puso detrás de mí colocando su mano en mi cintura.
—Vamos a tapar el espectáculo. —dijo en mi oído.
Llegamos a la barra, Zack con una seña con la mano llamo al barman.
— ¿Qué desean?
—Un “Paraíso de durazno”, ¿tu que quieres?—preguntó Zack mirándome.
Generalmente, no tomo alcohol. Pero una vez en la vida, no le haría daño a nadie.
—Lo mismo. —dije con una sonrisa.
—Entonces son dos.
El barman se alejo de la barra.
—Creo que es gay—dijo Zack haciéndome reír.
— ¿Por qué lo dices?
— ¿Viste como me miraba? Además no te dio ni una mirada a ti, eso definitivamente lo califica como gay.
—Tal vez tiene novia. O tal vez no le parezco atractiva.
— ¿A que persona con algo entre sus piernas no le parecerías atractiva? Te apuesto a que es gay.
—Está bien...
El barman regreso con los tragos, y los puso sobre la barra con una portavasos por debajo. La servilleta de Zack era diferente a la mía, tenia algo escrito en ella. El barman se fue no sin antes guiñar un ojo en dirección a Zack.
—Me dio su número, te lo dije. Gané. —Zack estaba sonriendo.
—Eres un tarado, no puedo creer que es gay. Es un desperdicio para todas las mujeres.
La canción “Don’t stop the party” sonó, todos en el club gritaron a coro, y un montón de personas entraron a la pista de baile. Zack tomó mi mano y me arrastro a la pista, puso sus manos en mi cintura y comenzó a bailar. El si sabia moverse, no hay nada más sexy que un chico que sepa bailar.
Cuando regresamos a la barra, Zack se tomo su trago de un solo sorbo. Tomé el mío con cuidado, ¿Qué era? ¿Vodka? No lose, pero sabia delicioso.
—Otro—le dije al barman quien me dio un asentimiento con la cabeza.
—Parece que a alguien le gusto el alcohol. He creado un monstruo.
—Cállate—dije empujándolo, el alcohol comenzaba a viajar por mi sangre.
Me enrede con mis propias piernas, y caí encima de su pecho. Zack bajo una de sus manos hasta la parte más baja de mi cintura, casi llegando a mis caderas. Estiré mi cuello, para atrapar sus labios en un beso. Su boca sabía al trago que acabábamos de tomar, así que sabía delicioso. Su lengua entro a mi boca, recorriendo cada milímetro de ella. Este hombre si sabía besar. Zack me levantó, haciendo que enredara mis piernas en sus caderas.
—Es una lastima. —pude escuchar que dijo el barman dando un largo suspiro.