Me trague mis enojos durante mucho tiempo. Mastique cada bronca empujada en la garganta por kilos y kilos de comida que se fue atorando en mi cuerpo. Comencé a odiarlo, a esconderlo, a taparlo.
Me trague los "te quiero", los "te extraño", los "te odio", me trague lo que me pasaba, lo que sentía, lo que quería decir y pensaba que nadie iba a querer escuchar. Trague toda la mierda, trague lo que me incomodaba con tal de no molestar a nadie, trague comida para bajar cada cosa que me molestaba y comencé a enfermar a sentirme débil a darme asco. Hasta que un día no me calle más nada, un día me violaron y después de tragarlo por vergüenza termino saliendo como si lo escupiera. Vomité un "me hicieron cosas que no quería" y me sentí libre. Seguí hablando hasta que la frase salió al fin "me violaron" y después de eso ya no me pude tragar nada. Comencé a escupir las cosas "te quiero" "me caes bien" "amo esto, amo lo otro" "me caes mal", "odio esto, odio lo otro, odio tu indiferencia, odio tus cuidados, odio tu intensidad, odio que me calles, odio que me grites", "me asfixias".
Una vez que logras sacar lo que te pasa solo es cuestión de aprender a soltar las cosas, a decirlas y no escupirlas. Una vez que logras sacar lo que te pasa callarte ya no es una opción.