𝗣𝗿𝗼𝗺𝗲𝘀𝗮 𝗥𝗼𝘁𝗮 | ʙᴀɴɪɴɢ

Capítulo 3 | Culpa

Esa mañana fue tranquila, Gowther y Ban estuvieron listos para modificar los recuerdos de King. Todo estaba preparado, el hada estaba acostado tranquilamente en chastiefol durmiendo. Gowther quiso aprovechar la oportunidad ya que no había muchas personas al rededor más que ellos, el capitán hablando con Merlin y unos cuantos clientes. Le compartió su pensamiento a Ban atraves de su invasión para que estuviera avisado y eso hizo que se acercara a él.

—Creo... que ya no estoy muy seguro respecto a esto. —Susurro Ban una vez que llego a él, cubriendo con su cuerpo el como Gowther apuntaba hacia King con su dedo índice.

—¿Tan poco te importa King? —Le respondió sin apartar su mirada del objetivo, el cual a diferencia de Ban era uno muy diferente que comenzaba a acercarse.

—Claro que me importa, pero esto no se siente lo más correcto... ¡espera! —Protesto pero ya era muy tarde, Gowther ya había utilizado su invasión. Su característico rayo rosa salió disparado hacia King bajo la inquieta mirada de Ban. Todo parecía que estaba yendo de acuerdo al plan, pero Diane llegó.

La gigante -en ese momento pequeña, ya que se encontraba en un tamaño humano- corrió hacia King en ese exacto momento para atraparlo en un abrazo lleno de mucho cariño que instantáneamente irritó a Ban. Tanto el hada como la gigante eran ignorantes de lo que estaba sucediendo y que el plan de cierto zorro se había arruinado ante ese simple acto.

El rayo terminó dándole a Diana en lugar de a King. La gigante sintió una especie de choque eléctrico en su cabeza, un intenso dolor comenzó a nublar su vista y antes de que cayera desmayada al suelo King la atrapó en su almohada.

—¡Diane!... Diane, ¿estas bien? responde. —La preocupación en el hada no se hizo esperar.

Merlín que, no tan afortunadamente para cierto zorro, se encontraba en ese momento se acerco a ellos para revisar el extraño estado de su compañera.

—No es algo grave, es un inusual desmayo. —Miró el rostro de la gigante con ligera confusión, sentía que algo estaba mal, a parte del repentino desmayo sin explicación de Diane, pero no lograba saber que era.

King llevo a Diana en chastiefol hasta su habitación para que descansará. Gowther quería seguirlos pero el agarre de Ban a su brazo se lo impidió.

—¿Qué le va a pasar a la gigantona? —Había un tono de desprecio mezclado con preocupación, pues después de todo Ban no quería ganarse más odio por parte de King si es que algo le pasaba a la gigante y el hada se enterará que fue por culpa suya.

—Nada grave. —Se soltó de su agarre y de manera tranquila subió las escaleras para ir a ver a Diane.

Ban los vio irse sentiendose culpable por lo que pasó, un desastre más sumado a su lista.

Minutos más tarde cuando Gowther bajo, lo acorralo en un lugar solitario para que le explicara que sucedía, a lo que el muñeco solo le respondió de manera tajante sobre que estaba bien y no debería preocuparse más sobre el tema.

En la tarde cuando tuvo un momento desocupado, subió a la habitación para saber como se encontraban tanto Diane como King. Había estado inquieto todo ese rato a pesar de las palabras de Gowther, después de todo una vez más había arruinado las cosas entre ellos, aunque King no sabía que Ban era el culpable. Toco la puerta varias veces pero nadie abría ni respondía, «tal vez se quedó dormido.» Pensó el zorro mientras abría la puerta.

Pero no era así, el hada se encontraba despierto, de pie junto a la cama. Ban se acercaba a él notando los pequeños rastros de lágrimas en el rostro de King, sabía que el hada no se encontraba bien y no podía dejar de pensar en que sus acciones ya habían hecho llorar al hada más veces de las que quisiera.
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BAN