Capítulo 6

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MAYA'S POV

Me sentía infeliz por varias razones. Principalmente porque esperaba algo. Algo de una persona que me demostró que nunca me podría dar lo que necesitaba. Esperar siempre duele. Ahora lo sabía.

No podía entender por qué a las buenas personas siempre nos tenían que pasar las cosas malas. Tan sólo habría que mirarme para saber que estaba rota. Rota de amor, llorando por alguien que no hacía lo mismo por mí.

Estaba segura que esa imagen mía llena de dolor y tristeza no se borraría tan fácilmente de la cabeza de Nina.

Nina.

Pobre Nina. Ella no tenía nada que ver con mis asuntos, y ahí estaba yo, agobiándola con mi amargura. Pero es que se sentía tan bien estar entre los brazos de alguien que te quiere y te protege. Era como si pudiera descansar tranquilamente por el resto de mi vida sabiendo que tendría a mi lado a una persona  que se preocuparía por mí y me amaría a partes iguales. Una sensación que, aunque me daba un poco de miedo, ya comenzaba a estar presente en mi casi todos los días.

Esa noche, cuando me recosté sobre el pecho de mi amiga, me pude dar cuenta de lo que significaba el mar de sensaciones dentro mío. Esos sentimientos que, aunque me resistía, seguían creciendo día con día. Me estaba enamorando.

Me estaba enamorando de Nina.

Me hice la dormida para no seguir alterándola, y cuando estuve segura de que se había dormido, giré un poco mi cabeza para poder ver su rostro desde mi posición.

Todo en ella era hermoso. Sus delgadas cejas eran perfectas y sus pestañas tan largas que rozaban sus mejillas, las cuales estaban un poco sonrojadas por el calor de nuestros cuerpos.

Y entonces bajé mi mirada hacia sus labios, ligeramente entreabiertos. Esos labios que me hacían temblar cuando hablaba.  Eran rosados y se veían sumamente suaves. Su labio inferior era más ligeramente más carnoso que el superior, y eso los hacía ver todavía más besables.

Me entraron unas ganas terribles de besarle en aquel instante, pero ¿y si despierta?, ¿qué pensaría de mí? Después de todo, para ella era tan heterosexual como Beyoncé.

'Inténtalo, es lo que quieres' escuché que me decía una pequeña voz en mi cabeza.

'Pero es mi amiga', pensé 'Y es una chica' Me alarmé por aquel pensamiento. Lo que mas me aterraba era la idea de ambas siendo algo más que amigas.

'Pero es amor' Me silenció aquella vocecita.

Después de esa lucha interna, mi decisión fue sencilla: quería, no, debía besarla. Nina estaba dormida, así que no tendría por qué enterarse.

Así que lo hice. Acerque lentamente mis labios hasta rozar los de ella.

Fue un pequeño roce, pero ese contacto hizo que mi estómago se llenara de mariposas. Hizo que mi corazón se hinchara dentro de mi pecho. Hizo que quisiera más.

Pero ya no debía. Hice lo que deseaba desde hace varias semanas y una parte de mí estaba firme en que sería suficiente. 'Mis sentimientos y mi adicción a ella se esfumarán ahora', trataba de engañarme.

Cuando desperté a la mañana siguiente tenía frío. Las sábanas me cubrían hasta la barbilla pero aún así seguía temblando.

Sin abrir los ojos busqué a Nina en la cama, pero la encontré vacía. Me senté lentamente y froté mis ojos. Me ardían. Seguro los tenía rojos e hinchados por el llanto.

Mi cabeza comenzó a palpitar y la sostuve entre mis manos. 'Vaya. Cada vez voy mejorando', pensé irónica.

"¿Nina?" mi voz sonaba ronca. Carraspeé "¿Nina?"

Nadie me contestó.

Me levanté  de la cama y al instante mi estómago protestó y me inundaron unas náuseas horribles. Fui corriendo al baño para vaciar al poco contenido de mi estómago, y al terminar enjuagué mi boca y me lavé el rostro.

Cuando regresé a la habitación me fije que el reloj  de la mesita de noche marcaba las 12:00 p.m. ¿Dormí tanto?, así que no perdí mucho tiempo en ponerme una bata de seda y bajé las escaleras para buscar a Nina.

Escuché unos ruidos en la cocina y, suponiendo que mi amiga se encontraba ahí, entré sin pensarlo dos veces.

"Mmmm, Nina eso huele del..." me detuve. No fue Nina la que me recibió con una sonrisa. Se trataba de  una atractiva chica de cabello rubio que estaba preparando el desayuno.

Era Emily la que se encontaba ahí dentro.

Emily, su ex-novia.

¿Qué hacía la ex-novia de Nina ahí?

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