Capítulo 7 (segunda parte)

9.1K 410 8
                                    

El timbre sonaba y sonaba, entonces corrí para abrir la puerta principal y al hacerlo Emily de inmediato me envolvió en un abrazo y me preguntó al oído:

"¿Cómo sigue?"

"Bien, en lo que cabe" fruncí el ceño "Sigue dormida"

Se separó de mí lo suficiente como para posar sus manos en mis hombros y mirarme fijamente.

"No me veas así. Sé que afecta mucho todo esto y me preocupo por ti."

"Lo sé" dije agradecida por su comprensión.

Emily decidió preparar el desayuno mientras que yo salía disparada a comprar medicamentos para Maya, así que la dejé en la cocina y salí disparada a la farmacia.

Una vez que compré lo que necesitaba, me tomé mi tiempo para regresar a casa. Tenía mucho en que pensar. Ver a mi Afrodita sufriendo, llena de dolor y tristeza provocó que mi corazón se encogiera y mi amor por ella se intensificara. No podría explicar ni en mil páginas lo que sentía por ella. Quería, deseaba, anhelaba decirle lo hermosa que era, tomarla de la mano, jugar con su cabello, que durmiera entre mis brazos, hacerle cosquillas, comprarle flores; hacerle saber que la amaba.

Sin darme cuenta había llegado a un parque y estaba sentada en una banca, inmersa en mis pensamientos y cuando vi en mi móvil que ya eran pasadas de las 12:00 p.m., volví rápidamente a casa para seguir cuidando de mi amiga.

Entré a la casa y, con los medicamentos en mano, estaba a punto de dirigirme a donde Maya, pero me detuve al ver que ésta ya se encontraba en el marco de la puerta de la cocina, viendo algo fijamente y con el ceño fruncido.

"Hola" dije sobresaltándola un poco, pues no se había percatado de mi presencia.

"Hola" me sonrió de una manera que hizo que mi estómago se llenara de mariposas.

"¿Cómo te sientes?"

Enseguida volvió su mirada hacia donde estaba antes y fue cuando me di cuenta que su mirada se tronó seria en dirección a Emily, quien estaba distraída preparando el desayuno mientras tarareaba alegremente.

"Bien" dijo entre dientes "Un poco mejor"

"Le estaba diciendo a Maya que fuiste a la farmacia y no tardarías en volver" intervino Emily por primera vez.

Yo simplemente no comprendía la actitud de Maya; era extraño ver su lado hostil con una persona que apenas conocía, sabiendo que ella eran una chica extremadamente noble y dulce. Yo tan solo veía entre Maya y Emily tratando de calmar la confusión que crecía dentro de mí; hasta que por fin entendí- o al menos llegué a la conclusión más lógica-.

Maya estaba celosa.

Estaba celosa de mi ex-novia. Espera, eso es cierto. Emily era mi ex-novia, pero aún así ella era extremadamente cariñosa conmigo todo el tiempo. Creo que a final de cuentas, Maya sí tendría motivos para sus celos.

Oh Dios mío. No podía creer que enserio estaba ocurriendo aquello, estaba perdidamente enamorada de la mejor chica en la faz de la Tierra y ella me estaba demostrando que los sentimientos comenzaban a ser mutuos.

Salí de mi trance cuando recordé porqué había estado fuera y, antes de que me atacara Emily con una de sus demostraciones de afecto, tomé a Maya de la mano y volví con ella a mi habitación, la recosté y tomé su temperatura. Ya no estaba tan alta, pero de todas maneras le di una suspensión para regular su temperatura.

En cuanto verifiqué que estaba mucho mejor, me senté a su lado y me atreví a hacer la pregunta del millón.

"¿Me dirás qué pasó anoche?" pregunté delicadamente mientras metía un mechón rebelde de su cabello detrás de su oreja.

Al instante desvió su mirada y sus ojos se volvieron acuosos. Quería golpearme por hacerla sentir mal al recordarle lo que sea que había pasado, pero volvió su mirada mí y, aguantando las lágrimas, comenzó a hablar.

Solamente tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora