!Harper¡

721 33 1
                                    


NARRA MAYA.

Siempre se me ha hecho estúpido esto de decir nuestro nombre y que nos gusta y viceversa. Yo digo que si quieren tener esa información deberían buscarla por si solos, o sea, que pregunten, si es que están interesados.

Me levanto de mi asiento y empiezo a hablar.

—Soy Maya Mackenzie. Me gusta leer, escuchar musica y hacer bromas—es todo. Me vuelvo a sentar en mi asiento.

—¿Bromas?—pregunta la maestra con su ceja alzada bien depilada.

Asiento.

—¿Nos harás bromas a nosotros?—pregunta con un tono divertido y todos ponen sus ojos en mi, excepto uno. Que bueno.

—Lo más probable—respondo con una sonrisa burlona. No saben a lo que se atienen.

—Si lo haces, te meterás en problemas, Maya—si, claro, como si no tuviera suficientes problemas en mi vida. Pensé.

—Lo más probable—volví a contestar.

—Bueno—asintió la maestra—. ¿Y porque lo haces?-su tono aún es divertido.

—Por que puedo—conteste sin más. La maestra lanzo una pequeña risita como si recordara algo. beto a saber de que.

—Bueno, Prosigamos ¿quien sigue?— dijo poniendo fin a esta charla rara.

No me aprendí ningún nombre de ninguno de los treinta y tantos que hay en el salón. Cuando me interese saber uno lo preguntaré, mientras no.

Me quede pensando en Harper. ¿será ella la del problema? Espero que no. ¿como le habrá ido en su clase? Bueno, si es que entro. !AH¡ no se que haré con esta chica.

Por fin sonó el timbre y todos salimos del salón. Parecían ovejas.

Cuando me dirigí a mi casillero, tenia 15 minutos para llegar a la siguiente clase. Creo que me toca matemáticas.

Antes de llegar a mi casillero esta la dirección. Cuando iba pasando por la puerta, esta se abrió de golpe. Por pura suerte frene, si no me hubiera llevado un buen golpe en la cara.

—Bueno, señorita Kotch. Espero no tener mas inconvenientes con usted este semestre— ese era el director y ¿Kocht? !OH DIOS, HARPER TE IRA MAL¡

¿PORQUE NO PUEDE HACER CASO UNA VEZ? !SOLO UNA¡ !DIOS DAME PACIENCIA CON EL CHICA QUE LA AHORCO¡

Maya... Dalaaayyyyyyy. Dalay. Dalay.

Recito esta pequeña oración.

!Es una hija de la... Harper¡ Le dije que no mas bromas y no pudo con el primer día.

Tranquila, maya. Tal vez le hablaron para algo más. Tal vez una beca o algo así.

Me dice mi subconsciente.

¡¿Harper?! ¡¿una beca?! Por dios... y a mi me ama el presidente Barack Obama.

—Si, señor Denovan—¡Carajo! ¿que hizo?

El director cierra la puerta y ahí se encuentra Harper. Esta sorprendida, hasta mi perro quedaría así al verme enojada.

La miro furiosa.

—Maya... No es lo que crees— dice ella en tono Drake Parker con su "oye, tranquilo viejo".

—Suenas como si fuera tu novia y hubieras follado con alguien más— le digo en broma y ella se relaja. ¡aún no empiezo! emite una pequeña sonrisa de alivio—. Oh, chiquita, esto no quita que te hayas metido en problemas de nuevo. ¡Harper! ¡prometiste no hacerlo, idiota!

—¡Lo siento!— dice ella alzando los hombros.

Doy un grande suspiro. Y recito de nuevo.

Dalaaay. Dalay. 1-2-3-4-5-6-7...

NARRA HARPER.

¡Mierda! ¿porque tenia que estar detrás de la puerta en ese preciso momento? Estoy en problemas.

Por lo menos se ve un poco de buenas. Yo creo que a de estar diciendo en su mente "Dalay" o algo así. Así es ella. Tampoco a explotado como normalmente lo hace. Esa es buena señal.

Cuando explota me va mal, muy mal. Se pone peor que mi madre cuando no limpio el cuarto.

Da un gran suspiro.

—Buen, ¿que fue lo que paso, Harper?— ¡esta de buenas! yo creo que tal vez  tuvo sexo en el armario del conserje.

Sabes que eso es imposible, Harper. Dice mi subconsciente.

-Tienes razón- le digo- Con la personalidad que se carga ningún hombre querrá acercarse.

-¡HARPER!-grita. Esta parada en frente de mi con todo el pelo hacia un lado. Ya ocupa cortarse el flequillo, lo tiene un poco largo, pero bueno. Tiene las manos recargadas en las magas de su mochila morada. Le encanta el morado.

Me digno a hablar porque se que si no lo hago ella se enojara.

—Bueno. Cuando te fuiste seguí buscando mi casillero y antes de encontrarlo había una orgia de tetos queriendo golpear a un pobre chico. Tu sabes que no tolero eso, Maya—asintió—así que saque mi silbato contra idiotas...

—Te dije que echaras todo a la bolsa, Kotch— Dios, cuando me habla con mi apellido me da miedo. Así que prosigo antes de que continúe regañándome.

—Bueno, lo silve y ellos calleron al piso. Y cuando menos pensé estaba la secretaria gritandonos "¡A la oficina del director, ahora!" y tuvimos que ir. Y esa es la historia. Fin.

—¿Tuvimos?—pregunto ella con una ceja alzada.

—Si, el chico al que iban a golpear y yo.

—Ok, te creo.

—Gracias, Maya.

—¿Porque?

—Por no explotar como normalmente lo haces.

—Yo no exploto, Harper.

—Oh, si lo haces, Maya.

—No, no lo hago.

—Que si, Maya.

—Que no, Kotch.

—¡QUE SI!

—Bueno, pero es por tu bien y aparte... así me quieres.

—Así te amo, Mackenzie.

~~~~~~~~

Miriam-Guadalupe !!
30/08/2014 🍀

Una Broma másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora