Lagrimas y Confeciones| Fuerza bruta.

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Maya, maya, maya. ¿En que te has convertido hoy?

Oh, dios, no había pensado en Louis, pero, él tiene la culpa, no fue mía, y... Dios, yo quiero tanto a ese chico.

Lo tienes que dejar, maya, el ya no te quiere.

Lo se, lo se, pero... ¿Que haré cuando lo vea?

Recuerdo cuando eramos pequeños, y jugábamos. Cuando le hicimos una broma a Harper, cuando le hicimos la broma a sus padres y lo castigaron a él, cuando en su cumpleaños de 17 me beso, siempre hubo algo, y hasta ahora ya había funcionado y Harper lo aceptaba, pero ¿que hice mal? ¿Que rayos hice mal? Él...

—¿Maya?—pregunto Louis. Acaba de salir del cuarto de baño, tiene una toalla enredada en la cintura y con la otra se estaba sencando el pelo. Lo mire confundido, hasta que me di cuenta que estaba llorando y rascandome la muñeca, ya tenia rojo. —Maya, ¿que mierda estas haciendo?

—Yo... Y-yo lo siento, no...—y  empecé a llorar, aun más. Él se acercó alarmado, se sentó a un lado de mi y agarro mi muñeca izquierda, se le quedo mirando un momento.

—¿Que pasa?—pregunto.

—Es que... Él... Él se acostó con... Y... No... Creó que no puedo, el era algo así como mi soporte ¿entiendes? ¿Que haré sin él?

—Entonces ¿te arrepientes de los de hoy en la madrugada?—tuvo una voz suave, delicada, me deshizo con la voz, tenia algo...

—No, eso estuvo genial —y si, lo estuvo.

Soltó una bocanada de aire que tenia retenida. Sonreí un poco, estaba aliviado.

—Oh, oye... ¿Me prestas tu celular?

—¿Para?

—Hacer una llamada, ¡DA!—le puse cara de retrasada y el río, su risa me causo como unos tipos calambres, en el cuello. Su risa es tan hermosa.

—Claro— Fue por el celular y me lo aventó— tarda lo que ocupes, nena.

—¿Que me crees?—le pregunte.

—A veces actúas como una rubia—dice sonriendo.

—Bueno, eso es porque soy una rubia NO rubia ¿entiendes?—él tenia la toalla alrededor  de su cuello.

—Si, entiendo.

—Si, claro, vas a entender.

—Bueno...—Se empezó a quitar la toalla... Y...

—¡HEY! ¡HEY!—le grite tapandome los ojos.

—¡¿QUE?!—grito con un risa en ella.

—¡AQUI NO, PUERCO!

—¡Ay, por dios, maya! Si ayer...

—¡CALLATE!

—Vale, vale, has la llamada. Yo me cambiaré en otro lugar.

—Gracias—le dije un poco aliviada. Me quite las manos de los ojos y...—¡CHARLIE! ¡STOP!

—Ay si, la hace de gringa y rubia.

—¡Ash!

—¡Ash!—grito el con voz de mujer. Corrio hacia a mi y me empezó ha hacer cosquillas... Las cosquillas nunca terminan bien, menos con Harper. Esa pendeja me deja moretes.

No aguantaba la risa y es que, soy sensible y me hacen mucho, mucho las cosquillas.

—Charlie... Charlie... ¡Para weon!

—Ahora eres chilena— me hizo aun más cosquillas.

(...)

Después de haber terminado de haberme hecho cosquillas y de... Mm... Bueno, lo hicimos de nuevo, ¡pero no tiene nada de malo!

Había llamado a Harper un par de veces y no había contestado, hasta que marco Charlie y contesto... Y le tengo que contar de él.

(...)

Ya había llegado a casa de Harper y toque el timbre, normalmente abro yo sola, pero tiene seguro.

¿Como le diré? ¿Y si me encuentro a Lu? No puedo soportar el llanto de los nervios, ¿que le diré? Es que...

—Niña ¿Que tienes? —Harper ya había abierto la puerta. Se había quedado petrificada al verme.

-Harper ... yo—tengo que decirte que tu hermano se acostó con satanás.

Mierda, a mierda. Mis ojos se llenaron de lágrimas. Otra vez, y es porque Louis esta atrás de Harper. No, no, no.

-Maya...

Louis pronunció mi nombre, que no diga nada. Por favor, no puedo.

—Lo-louis —me dan ganas de agarrarlo de ...— ¡IDIOTA!

-¿Que te pasa? —Louis le puso las manos en los hombros a Harper y la hizo para atrás— ¿Eeh? Pequeña Maya

—¿Que mierda te pasa a ti? ... Maldito

Harper no entendía, tenia cara de perro que quiere comida y no se la dan.

—AAHHGG —grito Harper— ¿Por que están gritando en la puerta de mi casa?

—Ella empezó -Lous me señalo —Lo juro.

—Harper quiero hablar contigo...ahora.—no aguantaba más, y tengo que contarle. Y no lo soporto a él.

Entré rápidamente a casa, corrí al cuarto de Harper y me encerré, empecé a caminar de Lado a lado para empezar a contarle.

Harper entró y se me quedo viendo.

—Maya... ¿Que chingados les pasa?—harper...

—Sientate—se que si no se sienta ira corriendo a matar a su hermano.

—Bien—Se sentó en la cama —Cuentame.

—Tu hermano...—se me quebró la voz—. Él y... Satanás... Ellos.

—¡Maya!

—¡Se acostaron!—harper quedo estupefacta —y yo los Vi, fue en la fiesta, cuando me hablaron que louis quería verme en los cuartos de arriba. Primero entre a uno y estaban teniendo sexo... Otra pareja y en el segundo... Eran ellos, satanás arriba de él, fue devastador, no sabes, y luego, dijo que si quería hacer un trio y... Me hecho en cara lo de mi enfermedad y...—Harper salio del cuarto—¡HARPER!— MIERDA sabia que esto pasaría, tuve que cerrar con seguro.

—¡ANTONIO!—gritaba Harper en el pasillo.

Harper recorrió al otro lado del pasillo para entrar al cuarto de Louis, el estaba parado viéndose en el espejo

—¡ERES UN IDIOTA! ¡¿QUE CHINGADOS TE PASA?!—Harper le retaco 3 cachetadas a Louis. —¡LA ENGAÑASTE IDIOTA!—lo empujo— ¡LE PROPUSISTE UN TRIO! —lo volvio a empujar—¡Y USASTE SU ENFERMEDAD!—la fuerza bruta de Harper hizo que louis callera en la silla y se volviera a parar.

—Hermana... Yo...

—¡No me vuelvas a llamas "hermana", animal de quinta!—Harper estaba realmente enojada, yo solo miraba desdé la puerta, no podía hacer nada porque capas y me suelta un golpe a mi.

—!LOUIS ANTONIO KOTCH GELLER!—mis segundos padres estaba detrás mio escuchando todo.

Ay, esto empeorara, ellos estaban enojados, realmente enojados y yo lo se, porque mamá Emma esta roja y papá Nick esta con los brazos en la cintura.

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Hola, chicas, espero les haya gustado.

Y empezare a contestar preguntas, si gustan dejar

Si, Maya aun sigue queriéndolo. Es imposible que deje de quererlo así como así, lo de Charlie, les gustará.

Una Broma másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora