Tus ojos indican que quieres saber cómo empezó. Me pregunto si debería decirte.
¡Bah! No hay nada de malo en decirlo. Disculpa que sonría tantas veces, solo recordarlo me llena de excitación.
Le observé tanto tiempo, ella nunca se dio cuenta. Conocía cada uno de sus movimientos, qué hacía cada día, a dónde iba. Sabía que tenía el control. No me vio llegar, no me sintió. Cuando despertó estaba en esta habitación, sus ojos me miraban igual que los tuyos. Pero yo era más inexperto, hice algunas cosas mal. Pero la sensación fue perfecta, el olor de la sangre con la primera herida llenó mis fosas nasales, la primera gota de sangre me causó una erección.
Cada puñalada en su pecho, vientre, piernas y rostro me hicieron tener un orgasmo.
Curioso, no necesité meter mi pene en ella, ni masturbarme, solo su sangre me hizo llegar.
¿Por qué, preguntas? No hay un porqué, lo disfruto y cada vez soy mejor.
Oh, no, no trates de soltarte, ni gritar, aquí nadie te escucha, nadie te ayudará.
Solo déjame disfrutar.
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Relatos De Homicidio
Short StoryFragmentos arrancados de la cabeza de aquellos que llevaron a cabo su fantasía de acabar con la vida de una persona...