"Mis manos soltaron el cuchillo lentamente, ya no había pulso, al fin su corazón se detuvo y podía detenerme, pero sus ojos seguían mirándome, podía escuchar sus pensamientos; a pesar de todo seguía culpándome. ¿De qué sirvió entonces?, aún sin respirar y sin un palpitar en el pecho, seguía culpándome, seguía molestando con su estúpida mirada clavada en mi cara..."

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Relatos De Homicidio
Cerita PendekFragmentos arrancados de la cabeza de aquellos que llevaron a cabo su fantasía de acabar con la vida de una persona...