—Ahora entiendo porque te gusta viajar en el tren.—Me dice Vincent tras la postura que tiene sobre mí.
El tren está lleno, como cualquier día en la mañana y en las que pocas veces logro tener suerte de hallar un asiento disponible, sin embargo este no es el caso, el tren esta tan lleno que el único lugar que encontré fue cerca de una de las paredes, Vincent me siguió y gracias a la segunda parada y a las personas que subieron en ella, ahora tengo a Vincent apretándose contra mí, tengo un pequeño espacio, peor aun así es incómodo.
Él está demasiado cerca.
Nunca lo he tenido así de cerca en mi vida.
¡Mentira!
Me sonrojo y trato de que esas espantosas imágenes no aparezcan en mi mente, demasiado tarde.
Además..
Su aroma es agradable..
He olido perfumes fuertes en hombres que me he topado, en el trabajo mayormente y cuando se los he preguntado, han presumido de cuanto más fuerte sea el perfume, más imponen, lo cual me parece ridículo viendo a Vincent aquí.
Su perfume es suave, como si solo se hubiera echado un par de gotas y fuera más que suficiente.
Trato de no ser evidente al olfatear y observo su traje limpio, un nuevo rubor se apodera de mis mejillas.
Anoche..
No basto con la humillación y la clientela que espante, seguramente Luis no me dejara comer otra vez ahí o al menos en el segundo piso.
¿Qué rayos me pasa?
¿Estoy enferma?
Suspiro de regreso a mirar su traje.—Lamento haberte vomitado.
Llamamos un poco la atención de una de las personas a mi lado y le doy una mirada de "Metete en tus asuntos", felizmente el hombre vuelve la atención a su teléfono móvil.
—¿Hanna Ross está disculpándose conmigo?.—No sé si ha sido sorpresa o sarcasmo.
—Disfrútalo, no pasa seguido.
El sonríe y yo también dejo escapar una sonrisa, me abofeteo mentalmente.
Estoy cambiando sonrisitas con Vincent Hart.
¿Qué me sucede?
Esto es más extraño que mi reciente vomito.
—No te disculpes, a todos nos pasa.
—Es la primera vez.— Digo apartando la mirada.
—Debió ser algo que comiste, te dije que esos tacos..
—No lo arruines, Hart.— Le interrumpo y el alza una ceja.
Y pensar que estaba empezando a caerme bien.
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Juegos del Destino (#9 Saga Bebé)
Chick-LitVincent Hart y Hanna Ross son compañeros y enemigos en el trabajo. ¿Y porqué no decirlo también? En la vida igual. Ellos no solo son polos opuestos , son rivales y ambos se detestan , o al menos lo sera así hasta que gracias a los juegos del destino...