—¡Hanna, por favor sal!
Golpeo la puerta de su habitación..¿Por?
Lo cierto es que perdí la cuenta.
Vuelvo a golpear con mi puño mientras recuesto mi hombro en ella.—Bruja..
—¿Por qué?
Me enderezo al escucharla, es lo primero que dice en los 30 minutos desde que se metió ahí y me cerró la puerta en la cara.
—¿Por qué?.—Dejo escapar una sonrisa al repetir su pregunta
—¿Por qué quieres casar conmigo, Vincent?
—Creo que treinta minutos encerrada te ha hecho daño, acabo de decirte porque.
—Porqué..
Tomo un respiro.
—Porque quiero permanecer todos mis días contigo, quiero que seas mi compañera de vida porque amo cada parte de ti, porque no me veo con nadie más, porque me has hechizado, bruja.
¿Debo seguir?
Ella guarda un nuevo silencio luego de mi confesión, entonces habla tímida o así la escucho.
—Nos odiamos.
Vuelvo a sonreír, esta vez agacho la cabeza.—Odiémonos toda la vida, bruja.
—Eso es tan extrañamente romántico, Vincent.
—Lo es, pero si quieres odiarme, sigue haciéndolo a mi lado, no te apartes de mí, Hanna.
Al obtener un silencio largo, vuelvo a golpear la puerta.
—Hann.
— Cierra los ojos.
—¿Qué?
—Que cierres los ojos, Vincent.
—Hanna..
—Si no, no voy a salir.—Pone su condición.
— Vale, vale..
Cierro los ojos y la escucho.
—¿Ya lo tienes cerrados?
—Si. — Trato de no reír.
—Sin trampas.
—Sin trampas, bruja.
Hanna se toma unos segundos aun dentro y cuando escucho el crujido de la puerta, siento la necesidad de abrirlo, sin embargo lucho contra no hacerlo.
Siento el calor de Hanna y al tener los ojos cerrados, noto mucho más su nerviosismo y su respiración agitada.
Quiero hablar, pero ella me deja helado.
—Te amo.
Por instinto mis ojos se abren por si solos y me encuentro con su bello rostro lleno de timidez, mi corazón salta y me es imposible apartar la mirada de ella.
—Te amo, Vincent.
—Bruja..
Aprieta los labios y logra sonreír.
—¿De verdad?
Estoy demasiado sorprendido y mi corazón no deja de aumentar sus latidos.
— Si.. —Me confirma. —Y ahora mismo estoy renunciando a odiarte porque estoy lista para poder amarte.
—Hanna..
—A partir de hoy voy a amarte toda mi vida, Vincent.
Dios, bruja..
Ha salido mejor que mi declaración... ¿Cómo es posible?
"¿Cómo es posible que sigan compitiendo hasta ahora?"
No lo sé, esos somos Hanna y yo.
—Hanna, cielos.. eso..
Ella ríe.
Y la tomo de la cintura para rodearla con mis brazos, le doy vueltas y ella se agarra de mi cuello con una de sus manos.
Me detengo antes de marearla y solo depsues de hacer un pequeño movimiento que no la lastime, además no quiero que vomite y terminemos arruinando este bello momento.
Con Hanna nunca se sabe, parece que su hobbie favorito es vomitar sobre las personas.
—Hace unos meses estaría deseándote el mal. —Dice aun con las manos sobre mi cuello.
No puedo dejar de sonreír, maldición. —¿Eso quiere decir qu..?
—Si. —Me interrumpe.
—Hann..
—Pon ese anillo en mi dedo, Sr. Hart.
—A la orden, Sra. Hart.
Su boca se forma una O gigante y rompo a reír, ella me sonríe y me extiende su mano, saco la cajita de mi bolsillo y desprendo el anillo de su lugar, lo deslizo por su dedo y ella se queda mirando el diamante del centro.
—Es muy hermoso, Vincent.
Me acerco a rodearla con mis brazos y presiono mis labios sobre su cabeza.
—Como tú.
Hanna se apoya en mi pecho y levanta su mano para observar de más cerca el anillo.
—Esto amerita una celebración.
Se aparta para mirarme.—No ha pasado ni un minuto desde que nos comprometimos y ya quieres meterme a la cama.
—No es como si fueras a ir virgen al altar.
En realidad ira con premio doble.
Su boca se abre y luego la cierra dándome la razón, me rio hasta que veo su brazo estirado en mi dirección, pidiéndole que le tome de la mano.
—¿Qué estas esperando..?.—Agita su mano insistiendo.—Ya me metiste la idea, no puedes arrepentirte.
Una nueva sonrisa cruza mis labios y lo hago, tomo su mano para llevarlo a nuestro paraíso propio.
Hola...
¿Y mis pinches detalles del sexo?
Están en tu corazón ;)
Tantos libros leyendo juntos, creo que ya hasta me conocen, lo he visto en sus comentarios.
Siempre me hacen la mañana, tarde y noche, chicas, amo leerlas mucho.
¿Cómo están..?
Díganme que les pareció..
Nos leemos.
>> Yiemir.
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Juegos del Destino (#9 Saga Bebé)
أدب نسائيVincent Hart y Hanna Ross son compañeros y enemigos en el trabajo. ¿Y porqué no decirlo también? En la vida igual. Ellos no solo son polos opuestos , son rivales y ambos se detestan , o al menos lo sera así hasta que gracias a los juegos del destino...