Capítulo 1

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Me desperté de golpe por el frío viento que entraba por la ventana y me helaba los huesos, miré hacia la ventana y observé que estaba abierta. Mi madre siempre solía dejarla abierta para que me despertase y no llegase tarde a clase, pero a veces sus trucos no funcionaban, así que, me introduje bajo las sábanas, me tapé hasta la cabeza y volví a quedarme dormida, minutos más tarde mi madre apareció por la puerta y me arrancó las sábanas de un tirón.

-Vamos despierta, que vas a llegar tarde- dijo recogiendo la ropa sucia que había dejado en el suelo del día anterior.
-Déjame un rato más- dije volviendo a taparme.
-Ya te he dejado quince minutos más desde que te he abierto la ventana- se acercó a mí y volvió a destaparme - Además Theo te está esperando abajo- tras esas palabras mi madre desapareció de la habitación dejándome sola entre sábanas y legañas.

Me levanté de la cama con desgana, me dirigí hacía el baño y me puse frente al espejo, tenía los ojos semi pegados, el pelo revuelto, y unas ojeras tan grandes que podía meter toda la compra en ellas. Me lavé la cara con agua fría para despejarme, me peiné con dificultad por que mi pelo rizado siempre había sido difícil de peinar, pero al fin lo conseguí, me puse anti-ojeras y salí del baño, me dirigí hacia mi armario y lo abrí, de el saqué una camiseta azul y una sudadera gris, abrí uno de los cajones que había en la parte inferior del armario y saqué unos vaqueros azul oscuro, me vestí y bajé a la cocina. Theo estaba sentado en una de las sillas mientras devoraba uno de los cupcakes que mi madre nos había dejado para desayunar antes de irse a trabajar. Él era mi mejor amigo, según mi madre hemos pasado toda nuestra vida juntos, incluso antes de que tuviera memoria para recordarlo, es un año mayor que yo, pero no es muy bueno en los estudios y repitió curso, aún que él dice que lo hizo para estar conmigo, se que no es del todo cierto.

-¿Ya me estás quitando el desayuno?- sus ojos color café se postraron en mi y me sonrió.
-Ya era hora- se levantó- tu madre a dicho que podía comer.

Me acerqué a él para saludarle y me abrazó, me senté a su lado y me comí un par de cupcakes.

-Voy a lavarme los dientes y vuelvo
-Vale, pero no tardes son las ocho menos cuarto.
-Tranquilo, voy rápida.

Subí de nuevo y volví hacia el baño, me lavé los dientes rápidamente y bajé, cogí mi mochila, la cual estaba  colgada en un perchero que había cerca de la entrada.
Al llegar al instituto nos encontramos con Noa, mi hermana mayor. Ella estaba apunto de entrar cuando me vio aparecer y corrió hacia mi.

-Oye Ailyn- dijo con una sonrisa en la cara- Se me ha olvidado decírtelo esta mañana, pero Elsa va a celebrar su cumpleaños y os ha invitado- nos miró a ambos.
-¿A mí también?- dijo Theo sorprendido.
-Si, a ti también.
Theo me miró al instante, Elsa y él nunca se habían llevado bien, sobre todo por que Elsa antes de salir con Noa había estado siempre detrás de Theo, pero a él nunca le había llamado la atención y que la rechazara no le sentó muy bien.

Los preciosos ojos verdes de mi hermana nos miraban atentos esperando una respuesta.

-¿Y?
-¿Y qué?- dije confusa
-¿Vais a venir?
-Si Theo viene si, si no, me quedo en casa.
-Vamos Ailyn, Elsa es tu cuñada, le hace ilusión que vayas.
-Ya, pero no conozco a nadie y me sentiré sola si Theo no va.
-Pues Theo, espero verte allí- le lanzó una mirada furtiva y sonrió- Bueno es hora de entrar, nos vemos- dio un giro alegre, moviendo a su vez su corta melena negra y entrando al interior del instituto.
-Tu hermana vive demasiado feliz
-Lo sé, parece que vive en un mundo diferente a este.
Theo y yo nos reímos y entramos también al instituto.

Fui a sentarme en mi sitio de siempre, junto a Theo en tercera fila cuando me di cuenta de que ya estaba ocupado.

-Nos han quitado el sitio- dijo Theo.
-Pues nos toca sentarnos o en última o en primera fila.
-Prefiero sentarme en última fila.
-Pero en última no veremos nada.
-Si, claro que se ve, antes de ir contigo a clase siempre me ponía en última fila y veía genial.
-Claro, y por eso has repetido curso.
-No fue por qué no se ve bien, fue por que no sabía hacer nada.
-Si tú lo dices.
-Venga por fa- me miró e hizo pucheros inclinando el labio inferior.
-Está bien.

Enamorada De Un Idiota Donde viven las historias. Descúbrelo ahora