Capítulo 4: Me perteneces

833 88 10
                                    



Kisame esbozo una sonrisa, nada era mejor noticia para el que el hecho de que el señor de la casa saliera y lo dejara a solas con esa sexy mascota que ni siquiera usaba, para Kisame Itachi era un hombre patético en ese punto, no usar ni tocar a una mascota tan atractiva como ese lindo e inocente rubio, no había nada más tonto para él, sin embargo iba a hacer de las suyas muy pronto, de todos modos se tenía que ir por la mañana y no podía haber nada mejor que una buena noche de sexo antes de un viaje.

-Deidara ven, acompáñame – dijo Kisame dándole la mano, la cual Deidara tomo luego de unos segundos

Para Konan no había nada bueno en las intenciones de aquel hombre, sin duda se notaba que quería estar un rato con Deidara, sin duda quería tenerlo en la cama, y por ahora ellos no podían hacer nada, era Itachi quien tenía que poner mano dura, y ahora mismo el hombre que mandaba en ese lugar no estaba, dejo escapar un suspiro sin saber qué hacer, pero supo que en ese momento ni siquiera Shisui supo que hacer, él se mantenía cayado sin si quiera moverse tratando de pensar que hacer.

Deidara caminaba tomado de la mano de Kisame, hasta llegar al patio del lugar, el cual Deidara no había visto desde que había llegado a la mansión de Itachi, ambos se sentaron y enseguida Kisame empezó a hacer sus movimientos.

-Eres tan lindo Deidara – dijo Kisame con una sonrisa lasciva mientras se apoderaba de la cadera del rubio

-Gracias – dijo mientras sentía como Kisame recorría su cuello con la lengua

-Enserio que eres especial, imagino que debes volver loco a Itachi cuando estas en su cama – dijo tratando de sacar algo de información

-Nunca lo he hecho con nadie, y mi señor ni siquiera me quiere tocar – dijo bajando la cabeza

-Bromeas, ósea que eres virgen y ese idiota aun no te ha tocado, sin duda la gente es estúpida – dijo con una enorme sonrisa – si tú fueras mío, no tardaría ni cinco minutos en tenerte en mi habitación, reclamándote una y otra vez

-¿Enserio? – pregunto Deidara con algo de inocencia cayendo lentamente en las palabras de aquel hombre

-Por supuesto, inclusive en este mismo instante eso es lo que más quiero – dijo mientras su mano acariciaba con suavidad la pierna del rubio

-Señor Hoshigaki – escucharon detrás de ellos la voz de Shisui – tiene una llamada

-Ya voy – dijo chasqueando los labios y apartándose de Deidara para ir a atender la llamada

El tiempo transcurría y Yahiko seguía conduciendo, mientras Itachi se mantenía inmóvil en la parte trasera del auto mirando por la ventanilla, Itachi siempre había sido un hombre frio, seco, y serio, o al menos desde que él lo había conocido, ya eran años y jamás lo había visto sonreír, años en que no se había corrompido de alguna manera, aunque eso no le preocupaba para nada a Yahiko mas bien lo que le preocupaba era la mascota de su jefe, Deidara le parecía un chico muy lindo y tierno, pero las intenciones de Kisame saltaban a la luz cuando Itachi no estaba.

-Señor ¿puedo preguntarle algo? – dijo Yahiko con algo de imprudencia

-¿También me preguntaras porque acepte a Deidara? – pregunto con seriedad

-Mis disculpas, no debo entrometerme pero sí, quiero saberlo – dijo Yahiko con los ojos en el camino.

-Lo acepte como pago eso es todo, no tenía más con que pagarme – dijo mirando hacia el camino

-Le diré algo, si quiere ignorarme o escucharme es su decisión – dijo Yahiko con seriedad – no dude que Kisame intentara llevarse a Deidara a la cama, si tan siquiera le interesa algo de aquel chico vigile a ese hombre – dijo con tono serio

Conociendo lo desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora