Derecho de convivencia.

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Varias semanas de hambruna, un video de 91 segundos y 24 horas. Tan solo eso bastó y la vida de miles de personas ahora tenía precio. 

Por todo el mundo las comunidades zoo, ahora vulgarmente denominados "cambiantes" temblaron ante la hórrida noticia: todos sabían de su existencia. El secreto que habían guardado aún aquellos que salieron de su comunidad para vivir entre los hombres se había hecho de dominio público. 

Los cambiantes que vivían en ciudades o poblados pequeños y que tenían acceso a la información tan a la mano como quienes ahora los depredaban salieron a toda velocidad a advertir a sus manadas, pero hubo algunos otros que no tuvieron tanta suerte. China, el lugar donde aquel video fue grabado fue el principal foco de búsqueda para medios, gobierno y particulares que con mezquinos intereses se dieron a la tarea de encontrarlos a todos. Profanaron selvas, bosques y desiertos; incluso aquellos lugares sagrados que no habían visto presencia humana en siglos. La búsqueda fue difícil pero lo fue aún mas la captura; la habilidad de cambiar su apariencia entre la humana y la animal sembró desconfianza en los cazadores y las poblaciones aledañas, en donde se instalaban para recaudar la mayor cantidad de información posible. Muchas personas inocentes que poco o nada tenían que ver con el conflicto sufrieron las consecuencias.

Las aldeas recién nombradas patrimonio cultural estaban en el ojo del huracán pues se corrió rápidamente el rumor de que la especie recién descubierta era protegida por los pueblos originarios; fue solo cuestión de un par de meses para que acosaran a tal punto a los lugareños, que muchos prefirieron salir de sus hogares, dejando solos a los cazadores hasta que decidieran irse de su territorio, los que se quedaban en la comunidad no los dejaban entrar, ahuyentándolos a mano armada. 

El que capturasen al protagonista del video que inicio todo les facilito enormemente el trabajo a los cazadores, pues gracias a la observación de ése espécimen notaron que la forma animal era fácilmente descubierta al exponer a los cambiantes a estímulos que exaltarían las emociones de su lado animal, en otras palabras, para lograr que un zoo cambie de forma había que agredirle; al perder el control de sus emociones también perdían la habilidad para sostener su forma humana, el problema era que con su "humanidad" se esfumaba su conciencia y autocontrol, la batalla entre el hombre y la bestia se exteriorizaba, se volvía sanguinaria y los cazadores pocas veces salían completos de aquellos enfrentamientos... cuando lograban salir.

La documentación de las primeras capturas también ayudo a desensibilizar a la población humana: convenciéndoles de que la "forma original" de los zoo en definitiva no era la humana y que su lado animal no era pacifico y menos aún confiable.

Tuvieron que pasar un par de años para que los zoo fueran encontrados por civiles, fuera de los bosques que los protegían, habían comenzado a huir a los poblados y ciudades y tratado de ocultarse, éstos eran por lo regular especies herbívoras, pequeñas o con pocos recursos para defenderse aún en su hábitat, los desafortunados que eran descubiertos fueron asesinados en el acto, los sobrevivientes consiguieron ayuda para obtener papeles y refugio a cambio de servicios de todo tipo. Los que se quedaron a defender el territorio de las manadas por otro lado, eran casi todos predadores, feroces e iracundos, los seres humanos no tenían la fuerza para luchar contra un animal que pensara a la misma velocidad que ellos, con nociones básicas del funcionamiento de sus armas y con las habilidades de agilidad y fuerza que les brindaba su lado animal. Fue entonces que la humanidad vio en los cambiantes algo mas que un invasor o una plaga: se fijaron en el potencial que éstos tenían para la guerra. En nada llegó la tregua y después una oferta. Se decía que varios países comenzaron a reclutar zoos en sus ejércitos, que les ofrecían un alto al fuego dentro del territorio nacional o una tregua permanente y entrega del territorio de las manadas en cuanto los conflictos terminaran, en cualquier caso nadie admitió que así sucediera en verdad, lo que si estaba confirmado era el surgimiento de ejércitos particulares aquí y allá, unos mejor organizados que otros y eran regularmente a quienes culpaban cuando un cambiante era visto en el campo de batalla de algún conflicto que ya estaba presente antes del descubrimiento de los zoo. Tres nombres sonaron mucho por esos tiempos: Eiji Teuira, Sergei Ivankov y Anton Fiore, tenían los mas grandes y organizados ejércitos privados, se decía que reclutaban a la fuerza y para el mundo eso estaba bien, hasta que Teuira e Ivankov se negaron a rentar sus fuerzas de combate, entonces se sumaron a la lista de los mas buscados.

Zoo's zone 2.0Where stories live. Discover now