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Zeldris:_Deberías dejar de ser tan impulsiva..._

Aconsejó el muchacho limpiando la cortada de la mejilla del mandamiento quien sonreía con alegría a medida que balanceaba sus pies como una niña pequeña, haciendo leves muecas de dolor cuando Zeldris la tocaba con aquel pañuelo húmedo desinfectando su herida.

_Vamos Zeldris, no me paso nada malo, además... Tu siempre estarás ahí para salvarme de cualquier cosa... O cualquiera_

El mencionado se sonrojó levemente y cerró los ojos negando con la cabeza al tiempo que suspiraba ya cansado de los infortunios del mandamiento.

Zeldris:_Lamentablemente... Así es_

Afirmó susurrando al mismo tiempo que llevaba su mano a la otra mejilla de la muchacha, acariciandola con cuidado, bajando hacia su mentón viendo con lastima aquellos labios ahora partidos por un golpe, donde la sangre ya había parado de correr, abrió sus ojos de sorpresa al percatarse de lo que hacia, llevó nuevamente su mano a la mejilla sana y la tomo entre sus dedos pellizcando con algo de enojo, cortando con la tranquilidad que la pequeña disfrutaba para que ahora este pidiendo porque la suelte.

Zeldris:_¿Pero que harás sí no estoy ahí en el momento indicado, sí no puedo contra esa persona?... ¿Que harás ____? ¿Qué diablos harás?...._

Se abstuvo de no quebrarse en ese momento, soltando la mejilla que quedó rojiza del tiempo con el cual fue pellizcado, bajando la mirada pensativo al igual que ____, quien sobaba con una sonrisa enternecida su mejilla izquierda antiguamente sana.

_Em, no lo sé, ¿luchar?... O tal vez solamente afrontar mi destino y morir en paz..._

Zeldris:_Aceptaste un trato con el rey demonio, mi padre... No puedes morir a menos que él lo quiera... Estas bajo su,y mi poder hasta el fin de tus días._

_¡Vaya!, que gran discurso, querido._

Bromeó, procediendo a levantarse de las piernas del Zeldris, y una ves de pie, acercó con cuidado su mano para acariciar su mentón, y depositó un pequeño y corto beso en los labios del demonio, para luego retirarse de aquél gran salón principal, donde él se acostumbraba a estar sentado en el gran trono de el antiguo joven rey de Camelot como demostración de supuesto poder al ganar aquella batalla de manera fácil.

La chica en el camino se topó con Estarossa, pero se ignoraron mutuamente haciendo que ambos sigan su camino, ____ llegó a los jardines que su querido Zeldris dejó a su preciado cuidado.

Y en otra parte de Britannia,un joven de cabellos dorados se encontraba en el hocico de aquel cerdo gigante el cual vivía cubierto de moho; siendo curado con el cuidado de la tercera princesa de Lioness y al rey de las hadas, siendo revisado por el pecado de la envidia y ambos regañados por el líder de la orden de la sobras por no dejarle pelear a su lado.

Elizabeth:_Meliodas-sama! ¡¿Que le ha hecho ese mandamiento?!

Meliodas:_Ella silo vino a saludarme Eli... Solo a saludarme..._

Menciono mirando tristemente el atardecer.

King:_Supongo...Que es un mandamiento algo diferente esta vez... ¿No lo creés Diane?_

Diane:_El capitán nos oculta algo King, Pero, ¿Qué nos oculta?_

Ambos se quedaron observando a su relajado capitán, cuestionandose varios puntos que quedaron incógnitas en su querido capitán.

¿Qué secreto ocultaba en el mandamiento?

Sea lo que sea.

_Ese idiota me lo pagará con su vida..._

Susurro riéndose mientras terminaba aquella corona de flores.