Unicornios ☆Joerick☆

Chicle +_+

-¡Joel!- se escuchó una voz chillona gritando en su oído, era Erick otra vez.

Tenia recostada su cabeza sobre el pupitre, pero no la levantó.

-Dejame en paz.- murmuró.

-¿Vamos al patio?- preguntó Erick sin prestarle atención a sus palabras.

-No me molestes.

-¿No tienes ganas de salir?

-No.

-Está bien, entonces me quedo contigo.

Erick acomodó una silla y una mesa al lado de la del rizado y recostó su cabeza como Joel lo había hecho.

Ambos tenían sus rostros frente a frente, Joel tenia los ojos cerrados mientras Erick los mantenía abiertos, contemplaba el inexpresivo pero hermoso rostro que tenia el rizado.

Sin duda era por lejos el chico más guapo de toda la ciudad.

Joel valdría más que una noche.

-¿Que tanto me miras?- hablo Joel perezosamente despegando su rostro de la mesa.

-Nada.- se excusó rápido Erick, también levantando su cabeza.

Joel se paró y caminó hacia la salida del salón sin decir nada.

-¿A donde vas?- preguntó Erick caminando tras él.

-¿No te cansas de seguirme?

-Si vas al patio, creo saber donde podemos sentarnos.

-Ya basta Erick, no sé que pretendes siguiendome a todos lados, ¡ya dejame en paz!

-Joel...

-Miren chicos pelea de novios.- interrumpió un chico de su misma clase entrando al salón. -No te conocía esos gustitos Pimentel- miró a Erick de pies a cabeza.- y con la perra de la escuela.- añadió.

Erick y Joel intercambiaron un par de miradas incomodas. Ambos querían insultarle pero existía un miedo.

-¿No me presentaras a tu novia?- continuo vociferando el idiota.

-Ni siquiera lo conozco.- es lo único que dijo Joel saliendo del salón, chocando hombros con el muchacho.

Joel no entendía la revolución que se desencadenaba en su interior, estaba confundido, no entendía por que Erick se comportaba así con él después de haber pasado casi un año tratándolo como si no existiera.

Y es que el ojiverde era peor que un chicle pegado en su zapatilla. Lo seguía de un lado a otro, parecía su cola, no lo dejaba en paz ni un segundo, siempre insistiendo en incluirse en su rutina diaria.

Lo que empezaba a sentir le molestaba por que jamás había sentido nada similar, y lo frustraba no tener idea de a que se enfrentaba.

Erick movía todo dentro de él.

Publiqué una nueva historia Joerick se llama "!Jamás me arrepentiré!" será súper corta, leanla please. ;)