sempiterno • offgun

tres

La cabeza de Off comenzó a doler en el momento en el que se bajó del coche, a diferencia de Gun que tenía una sonrisa emocionada. Tal vez creía que hoy era su oportunidad con New, aunque no había mencionado nada.

Caminaron a la entrada de la enorme casa, teniendo que cruzar un extenso jardín donde yacían parejas recostadas en el césped haciendo cosas algo explícitas. Off se removió incómodo. Gun, que iba caminando frente a él, giró la cabeza para observarlo.

—¿Te molesta que te tome de la mano? —Preguntó, ¿desde cuando el menor le preguntaba esas cosas? Siempre lo hacía y ya— Hay mucha gente adentro y no quiero perderme.

El mayor asintió sin decir nada. Gun le sonrió una vez más y tiró de su mano para avanzar más rápido hacia adentro.

Off había ido a algunas fiestas durante su adolescencia a pesar de no ser muy sociable, sin embargo, nunca había visto algo como esto. Parecía sacado de una película americana.

Vasos de plástico rojos tirados por el piso, música tan fuerte que hasta tus pensamientos son difíciles de escuchar, luces neón y personas besándose por todos lados. La casa de Sing era enorme ya que sus padres eran prácticamente millonarios y seguramente el suelo era más caro que su propio hogar.

Off sintió un apretón en su mano y salió de sus pensamientos. Vio a Gun mover los labios, pero no entendió nada.

—No te escucho —Gritó el mayor.

Gun arrastró su cuerpo más cerca del mayor sin soltar su mano. Sus hombros se presionaron juntos así como parte de sus pechos. Inmediatamente Off sintió una repentina ola de calor.

—Creo que Sing se esforzó un poco, ¿eh? —Dijo Gun tratando de hablar sobre la música. Off asintió, aún aspirando la cercanía de sus cuerpos.

Si girara la cabeza, él y Gun estarían cara a cara. Podría inclinarse ligeramente y...

—¡P'Off!

Off se echó para atrás de golpe. ¿Qué era lo que había estado pensando?

—Hola, Sing.—Saludó Gun entusiasta. Off solo hizo un movimiento de cabeza.

—¡Muchas gracias por venir! Las bebidas están en la cocina y hay muchas habitaciones para disfrutar ¡diviértanse! —Sing les sonrió antes de dirigirse al siguiente grupo de amigos que había llegado.

Gun se acercó de nuevo a él y se puso de puntitas para hablarle al oído.

—¿Sing acaba de ofrecer las habitaciones de su casa?

Off se estremeció. ¿Qué demonios estaba pasando? La voz de Gun le parecía tan suave, tan atractiva. La manera en la que el aliento de Gun chocaba con su oreja era para delirar. ¿Desde cuando pensaba así de Gun? ¿Desde cuando había pensado así de alguien en lo absoluto? Nunca se había sentido seducido por nadie, y ahora, que Gun solo estaba hablando, se sentía raro.

Gun se alejó sin esperar una respuesta. Tiró de su brazo hasta llevarlo a la cocina por unos tragos. En esa parte de la casa la música era menos ruidosa y no había tanta gente. Off sirvió bebida para los dos y se quedaron platicando por un buen rato, Gun sentado en la barra; sus piernas separadas y colgando. Si quisiera, Off podría ponerse entre ellas y abrazarlo. Sin embargo, no lo hizo. Se recargó en la barra al lado de Gun para evitar tentaciones. No entendía que le estaba pasando pero no quería tentar a su suerte.

Había pasado una hora y media desde que llegaron cuando decidieron salir de la cocina. Gun quería bailar y divertirse; Off, solo quería seguir a Gun.

En cuanto cruzaron la puerta de la cocina, Gun se detuvo. Off chocó contra su espalda.

—¿Qué pasa? —Preguntó el mayor.