Cogidos de las manos recorrimos lo que nos quedaba de camino. Al llegar a la puerta de mi casa Adrien me cogió de las manos y me acercó a el. Yo rodee su cuello con mis brazos y me acerqué aún mas . Me cogió de la cintura y su cara estaba cada vez mas cerca de la mía. Justo en el momento en el que nuestros labios estaban a punto de rozarse, la puerta de la entrada se abrió ruidosamente haciendo que nos separáramos asustados. Era mi padre.
-Hola chicos, veo que lo habéis pasado bien, _____, deberías entrar en casa, ya es tarde, y tu deberías ir a la tuya jovencito, hasta luego.-dijo y le cerró la puerta en las narices a Adrien.
Yo me quejé a mi madre y después de un par de zapes en la cabeza de mi padre, le llevó a la habitación y me dijo que me despidiera de Adrien. Al abrir la puerta Adrien estaba de espaldas rascándose la nuca mientras se alejaba de mi puerta. Lo cogí de la capa haciendo que se detuviera y tiré de él acercándolo a mi. Le di la vuelta y me lancé sobre el para besarle. Al principio estaba sorprendido por mi repentina acción pero luego me siguió. Ya había besado a gente antes pero con Adrien era diferente, no quería separarme. Sus labios me parecían adictivos, pero tuvimos que hacerlo por la falta de aire.
-No me lo esperaba pero estoy satisfecho.-dijo con una sonrisa de bobo.
-Ahora si puedes ir a casa mi príncipe de la oscuridad.-le di un beso corto y con eso cerré la puerta.
Al subir a mi habitación vi por la ventana que todavía seguía ahí, caminando despacio y mirando al cielo estrellado. Se volvió hacia mi ventana y me vio. Me mandó un beso y yo hice como que lo esquivé.
-Vete ya Romeo!.-dijo mi padre desde la ventana de su habitación.
Nos reímos y al final se fue. Me desperté a la mañana siguiente con una sonrisa en la cara, aun no me creía lo que había pasado. Había dormido fenomenal porque ni el despertador lo escuché. Espera..despertador. MIERDA! El instituto! LLEGO TARDE! Me bajé rápido de la cama mientras iba al baño tropezándome con todo. Me aseé lo mas rápido que pude, me vestí y bajé a la cocina. Mis padres estaban tranquilamente bebiendo su café. Me fije en la hora y vi que eran las 9:30.
-¿Hola? Son las 9:30, ¿no tenéis trabajo?-dije mientras cogía los cereales super rápido.
-Hoy es sábado.-dijo mi madre mirándome raro.
-...En serio...soy estúpida. Me vuelvo a la cama.
-Espera! Cuéntame lo que pasó con Adrien.-dijo mirándome picara.
-Pues, empezamos a salir, fin.
-Ohhh pero dame detalles.
-Lueeeego.
Y me fui a mi habitación. Cogí el móvil y me tumbé en la cama, ya no podría volver a dormirme así que me quedaría todo el día en la cama. Al encenderlo vi que tenía un mensaje de Adrien.
''Buenos días princesa, he soñado toda la noche contigo''
Una frase de La vida es bella, me encanta esa peli. Iba al responderle y justo se pone en linea. Debe de haberme visto escribiendo porque en nada me llamó.
-Iba a responderte ahora.-me reí.
-Lo siento, quería escuchar tu voz.
-No jodas, que puto cursi.
-Te tendrás que aguantar, no haberme confesado que te gustaba.
-El que te confesaste fuiste tu.
-Oh...es verdad. Y...¿no lo piensas hacer?
-Hmmm, no se no se.
-Iría a tu casa y te convencería pero tengo una sesión de fotos.
-Oh, ¿y que haces con el móvil?
