Trozos de azúcar.

Nada volvió. Nada cambió.

        Nada volvió, nada cambió.
                Nada, nada, nada.
                     1,2,3.  1,2,3.
           ¿Qué sigue? ¿Qué sigue?
          Nada volvió, nada cambió.
                     1,2,3.  1,2,3.
                 Sal de mi cabeza.

Solo quiero ser útil. Ser deseada, por mí.
Quiero ser mejor que ella.
¿Hay algo malo en eso?
Solo quiero valer la pena, que me enviden.
No tiene nada de malo en un mundo de moda.
Es lo que se necesita ahora para encajar.
Un poco más de carne te convierte en un asco.
Un poco más de aumento te vuelve un raro.
Un poco más de tu alma te convierte en uno más sin nada.
Se requiere algo especial. Se necesita algo más. Y no lo tengo.

No, no puedes decirme que me amarás por siempre.
Porque no será así.
Tarde o temprano se van. Lo sé, me ha pasado antes. No es diferente.

        Nada volvió, nada cambió.
         Termina con mi pesadilla.

Lo olvidé, te irás antes de que pueda si quiera reconocerlo.
Todas esas letras, todos esos sueños.
Nunca valieron nada.
Al igual que yo.

No estoy desperdiciando hojas, mucho menos tinta.
Estoy conversando conmigo a través de esta. Necesito plasmarlo, necesito comprenderlo.
Bendita pluma te deslizas fácil. Gracias a Dios alguien te creo.
El fue creado para eso, y tú para esto.
Ella fue para dibujar, el para pintar, ellos para cantar, y uno más para salvar.
Y yo, ¿Para qué?

     Dime, dime de una maldita vez.

Necesito hacerlo, necesito callar las voces, necesito arrogancia o tal vez fe. Poco a poco se esfuma, como tú densidad y mis ganas.

         Nada volvió. Nada cambió.
                        1,2,3. 1,2,3.
             No recuerdo que sigue.

Que siga la desgracia y lastima hacia mí y por mí.
Tal vez al fin me descubra, quizás hoy sí. Hoy lo descubriré y te haré callar, hoy seré mejor.O tal vez no.
No.

Nunca pasará, no quiero que pase.
¿La verdad?
Fracasará.
Cómo mi madre al traerme aquí.
Tal vez como yo al formarme así.
Este carácter.
Fracaso.
¿Qué eres tú?

           1,2,3. La bala me reclama.
                               1,2,3.
                         Se terminó.
                Una sonrisa se dibuja.
                         1,2,3. 1,2,3.
          Y el cascarón pierde su alma.
                              1,2,3.
                             Adiós.

Paola Blanco.