Im Ok

Todo irá bien

"¿Por qué todos hacen un gran alboroto cuando estoy bien?

Mi ruptura fue un poco dura, me dejó un pequeño rasguño

Sé que todo va a ir bien después de un día o dos"  Im ok - Ikon

Pov Jiho

Regresé a la mesa después de haber dado mi 4to discurso de la noche, sonreí mientras mis amigos me felicitaban por el premio.

-y aun falta canción del año- se rio Dean.

-En 10 minutos lo anunciarán – le siguió Crush encogiéndose de hombros – sospecho que tendrás que dar un 5to discurso – reí, Este había sido mi mejor año era cierto, había logrado todo lo que me propuse y más, King of the jungle estaba posicionándose rápidamente como empresa. Los pocos artistas que estaban bajo mi sello ahora despegaron en primeras posiciones en las listas de música, tenía el síndrome de midas y sinceramente quería más, no pienso detenerme. Estaba en la cima del mundo y dudó mucho que alguien pueda bajarme.

-organicemos algo en mi departamento – sonreí a mis amigos que se rieron cómplices.

-Jiho – escuché mi nombre detrás de mi silla y volteé sintiendo un escalofrío, vi a mi manager un poco pálido – tienes que venir

-el premio – contesté viendo como el grupo de intermedio terminaba su actuación, daba por hecho que el premio era mío si estaba arriba en las encuestas por lo menos un 50%.

-Es una emergencia- mi sonrisa se borró y me levanté siguiéndolo, el escalofrío volvió helando mi piel, en camino a backstage sentí mi presión bajarse, mi cuerpo estaba helado...estaba aturdido. Él manager no me decía nada, pasamos por todos los camerinos inclusive el mío pero seguimos de largo, en la puerta de salida me esperaba mi guardia con una chamarra para cubrirme de la nieve. El frío caló mis huesos haciéndome reaccionar un poco, en cuanto subí a la van arrancó. Mi manager iba de copiloto indicando a donde ir al chofer, al escuchar "hospital Central" todo mi aliento dejó mi cuerpo

-¿Qué mierda pasa? – pregunté con miedo, él bajó la mirada y miles de situaciones pasaron por mi mente

-¿Mi madre, Taewon? – negó – Joder dilo de una puta vez- perdí los estribos al no recibir repuesta

-es...es Junhong – respondió dejándome helado, su nombre resonó en mi cabeza varias veces, la valentía me abandono para poder preguntar algo más, me sentía frío, no podía respirar de repente y aflojé mi corbata hasta poder quitarla por fin. Junhong, pensé en su figura, la ultima vez que lo había visto fue cuando terminamos y salió del apartamento que una vez compartimos, incluso ahí entre lágrimas recordé verlo sonreír.

-¿Qué pasó? –pregunté sintiéndome valiente durante unos segundos

-lo encontraron en su departamento casi desangrado y...Jiho – me llamó para que conectáramos miradas- está muy mal , deberías prepararte – sentí como todo colapsaba cuando terminó esa oración ...¿prepararme? Sentía que mi corazón iba a dejar de latir en cualquier momento...de repente quería escucharlo de nuevo, quería verlo...necesitaba...

-¿prepararme? – repetí sintiéndome ajeno, esta situación no podía ser real - ¿Quién le hizo eso? – me sentía perdido, con la vista fija en la nada y la mente divagándome en cualquier lugar en el espacio, queriendo perderme en el momento en que esto no fuera real.

-Fue un intento de suicidio – esas palabras terminaron por romper todo en mi, sentí cada parte de mi cuerpo temblar. Perdí la noción del tiempo, como si este se hubiera detenido y no sentí cuando la van estacionó, solo escuche la puerta corrediza abrirse y apresuré a salir, me sorprendí que mis piernas pudieran mantenerme de pie cuando creí que caería al piso. Entré siguiendo al manager por un par de pasillos

-tengo que registrarnos en la lista, no deberías esperarme – lo escuché decir – 3er piso , habitación 14 – caminé por aquel oscuro pasillo metiéndome en el ascensor solo y aturdido...junhong...se había intentado quitar la vida, la realidad me cayó de golpe y apreté el botón lo más rápido que pude, recargándome en la pared sintiéndome temblar. Apreté el botón un par de veces más hasta que las puertas se abrieron y las piernas me respondieron para correr por el pasillo. Mis pasos se escuchaban fuertes por aquel solitario pasillo hasta que llegué a su puerta, lo asientos de afuera estaban vacíos y por un segundo tuve la esperanza de que todo hubiera sido un malentendido.

Abrí la puerta viendo a un par de enfermeras controlando dos aparatos a los lados de la camilla. Ambas voltearon a verme cuando entré, mis pasos temblaban uno a uno, "por favor" pedí mientras me acercaba, "no puede" "él no" seguí hasta que pude ver su rostro. Ellas me dijeron un par de cosas, pero no las escuché, el sonido del mundo haciéndose trizas a mi alrededor me absorbió.

-Junhong- solté, estaba ahí, sus labios estaban azules, resaltaban tanto en su piel tan blanca...más de lo normal. Tenía esas bolsas negras debajo de sus ojos, un tubo salía de su boca, bajé mi vista a su brazo derecho que era sostenido por una de las enfermeras y vi la sangre traspasar por las vendas. Conecté mirada con la enfermera que me vio con lastima.

-El joven Choi está mal...si puede sobrevivir la noche necesitará más transfusiones - ¿si puede? repetí sus palabras en mi mente- Puede hablar con él si desea...nos quedaremos en la entrada. – mis mejillas estaban húmedas de un segundo a otro, me acerqué a donde estaba la enfermera antes con miedo de tocarlo, estaba muy delgado...la bata le quedaba tan amplia que podía ver sus clavículas ...el aparato indicaba que su corazón latía muy despacio, me aterré que pudiera detenerse y entendí las palabras tanto de mi manager como de la enfermera...me habían llamado para que pudiera despedirme.

-pequeño...¿Por qué? – pude decir antes de que el llanto me ahogara, sin esa maquina no estaría respirando- Jun...no hagas esto por favor – le pedí acariciando su mejilla, estaba helado...la maquina empezó a timbrar deteniendo mi corazón. Las enfermeras entraron con un par de médicos rodeándolo enseguida, trató de alejarme, pero me resistí viendo como su pequeño cuerpo era descubierto

-No me voy a despedir de ti, ¡esto no se acabó Junhong! ¿¡me escuchaste!? – grité y sentí un par de brazos más fuerte sacarme de la habitación. Me arrastraron al pasillo y cerraron la puerta, no pude hacer más que deslizarme hasta el piso aferrándome a ella. Nunca había sentido el corazón tan roto, nunca me había sentido tan pequeño e impotente en mi vida...

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