Perdóname

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Como cuando el viento sopla, las hojas de otoño tiemblan

Y así como cuando las olas ocurren, el océano tiembla

Tiemblo por que el amor pasó por mi

Pov Jiho

- ¿estas molesto? – escuché su voz sacándome de mi trance. Desde que bajamos de la azotea nos habíamos mantenido en silencio. Escuché su pregunta, pero estaba hecho un desastre, aun sentía las piernas temblarme de verlo parado en el borde, si me esforzaba por no pensar en la escena del hospital la primera vez que lo vi, aun me daba pesadillas – estas molesto – vi su mirada bajar preocupado.

-No lo estoy- respondí tomando una cobija del ropero, lo envolví en ella sentándome a su lado, no sé cuánto tiempo pasó arriba, pero estaba helado, sus mejillas siempre tenían ese color rosa que lo hacía ver hermoso ahora estaba tan pálido...no quería que la situación me sobrepasara. LE sonreí tocando su rostro, estaba a salvo ahora. Estaba vez no se alejó colocó su mano en la mía haciendo más largo el contacto.

-lo siento- repitió, cerrando los ojos, el reloj marcaba las 4 am y había sido un día mucho más largo de lo que creí. - ¿Qué es lo que quieres sabes?

-necesitas...necesitamos descansar- respondí dándole una sonrisa – Por la mañana tras haber dormido y desayunado algo...escucharé todo lo que quieras decirme- asintió soltando un suspiro. Acomodé su almohada dejándolo solo en la habitación, no iba a poder dormir fui a la cocina encendiendo la cafetera

-Jun intentó hacerlo de nuevo – mandé un mensaje a Dean...sabía que siempre dormía tarde y que me respondería, enseguida entró una llamada

-Joder Jiho, ¿está bien? ¿llamo una ambulancia?

-no...está bien. Lo encontré parado en la azotea del edificio - "mierda" respondió, hubo un momento de silencio y volvió a hablar " Investigué un centro de rehabilitación, caro y seguro hasta el carajo...tal vez"

-No puedo enviarlo ahí – me vi llorando de nuevo mientras veía el contador de la cafetera a punto de estar – Si intenta

-¿hacerlo de nuevo? Eso me dijiste la última noche en el hospital, pero lo hizo ¿no? No puedes hacer esto tu solo – suspiré – intentarlo es un riesgo alto – lo escuché hablar durante unos minutos hasta que la cafetera sonó, y colgué...Me lavé el rostro componiendo me un poco...¿Cuánto dura un ser humano sin descansar? El celular volvió a vibrar con el número de la clínica que Dean me había enviado...no podía enviar a mi pequeño ahí

-¿Wo? – escuché su voz en la puerta de la cocina , viéndome con una de mis pijamas puesta, su cabello estaba húmedo y por un momento noté un destello en sus ojos

-¿te sientes bien? – asintió entrando - ¿no vas a dormir? – vio la cafetera llena antes de volver su mirada a mi

-Solo...tengo un poco de trabajo atrasado – sonrió de lado negando

-Mientes – nuestras miradas se encontraron y entendí

-No quiero que vuelva a pasar, si te pierdo de vista y vuelves a intentarlo voy a volverme loco. – me regaló una sonrisa triste y sentí la necesidad de disculparme

-No lo haré de nuevo – respondió – No tienes por qué dormir en el sillón en tu propia casa

- ¿si duermo en la habitación contigo no te sentirás incomodo? - negó

Im OkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora