Guacamole

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—Hola de nuevo.

—...

—¿Qué? ¿Ya no me hablaras?

—No.

—¿Y ahora por qué?

—¡¿Por qué?!

—Eso pregunté yo primero, encantado, ahora no puedes hablar o te besare.

—…

—me duele tu silencio, de veras. Ya, dime por qué.

—Ayer me llevaste a cenar tacos

—¿Y eso es malo por...?

—¡Hiciste enojar a un mesero porque no te trajo más guacamole!

—¿Y que? ¡El guacamole es vida! No me puedo comer un taco sin ese fruto verde de gloria.

—Te agarraste a golpes con un mesero de una taqueria ubicada en la zona más peligrosa de la ciudad.

—¿A poco no soy chingon?

—Pudiste morir...

—Awww...¿Estabas preocupado por mi?

—Pues claro, ¿Quien iba a pagar los tacos?

—Seas mamon.

—Pero si que le diste una paliza...—admitió avergonzado.

—Pues claro que si, chino. Le deje la cara como si lo hubiera metido en un ventilador industrial.—le guiño un ojo. Hiro rodó los ojos y clavo la vista en sus propias manos.—¿A donde nos dirigimos?

—A casa de mi hermano.

—Oh, tienes un hermano.

—No finjas que no lo sabías.

—¿Disculpa?

—Sabes que tenía un gato llamado Mochi, claro que sabes que tengo un hermano.

—Bueno...si, lo sabía, pero...

—Eres un acosador.

—El poder del amor, suena más bonito.

—Si, me gustaría saber si le suena igual de bonito a la policía.

—Mmmta, nada te gusta. Que si te acoso, que si me peleo con meseros, que si te traigo dulces, que si te me haces muy bueno con tus jeans negros, que si tengo fantasías con tus piercings...

—¿...qué?

—Con nada se te da gusto, ya bajale a tu pedo, ¿No?

—Jamás volveré a usar estos jeans ni mis piercings...

— Yo que te quiero para toda mi vida.

—¿Ya me estás amenazando? Wow, que acosador tan dedicado.

—Me hieres. De verdad.

—¿Y eso me importa por qué...?

—Ya, amame con una chingada, te pago si quieres.

—Tentadora oferta.

—¡¿De verdad?!

—Ah, ya llegamos.—le dio el dinero y se bajo del auto.—Adiós.

—Adiós amor de mi vida.

—Adiós, acosador.—le guiño un ojo y vio como el mexicano enrojecido disloco su mandíbula.

¡No podía creerlo!
Sin más, se adentró a la casa de su hermano, dejando a Miguel contento con una fiesta dentro de su auto en modo de festejo, subió el volumen de la Chona y se fue zigzagueando.

El poder del amor que te hace lucir como un reverendo idiota.

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—Hey, Hiro, ¿Por que tan sonriente?

—No se de que hablas, Tadashi.—cubrió su rostro con su mano y se fue directo a la sala.

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Hey Hola Hola, soy Igplary y...

Estuve leyendo lo que opinaban acerca de lo que podría pasar y lo considere, dije "chsm todo en uno" pero pos quedó así xd
Espero que lo hayan disfrutado, coman frutas y verduras.

Hablando de tacos, meme para no morir.

U B E R, buscando viaje.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora