Criminal [Jensoo]

Capítulo 7 [T2]

Narra Lisa

Después de un largo día de estudio pude volver a casa, luego de la muerte de Jennie había decidido volver a mi país junto a Rosé, ella me apoyó en todo momento ante lo sucedido y también me animó a que retomara mis estudios para ser médica, realmente no se que haría sin ella.
Me fijé la hora en mi reloj y eran las 15:30, ya estaba parada en la puerta de mi casa, saqué mis llaves, abrí la puerta y entré. Casi de inmediato un olor a café y tostadas invadió mis fosas nasales.

Dejé mi bolso junto a mi abrigo en el sofá y dije.

— Estoy en casa. — Hablé mientras veía a Rosé salir de la cocina para venir a recibirme.

— Bienvenida, amor. — Me recibió con un abrazo y luego un beso en los labios. — Te hice el desayuno.

— Gracias Rosie, aunque... — Me acerqué lentamente a su oído. — Prefiero hacer otra cosa ahora... — Murmuré para morder suavemente su lóbulo. Estos días no pude andar muy cerca de ella debido a mis estudios, por lo que la extrañaba de todas las maneras.

Ella rió por lo bajo para tomar suavemente mis mejillas y luego plantarme un beso en los labios. Mientras nos besábamos, ella fue conduciendome hasta el sofá, empujandome sobre el para luego posicionarse arriba mio.

Mi teléfono empezó a sonar, lo saqué de mi bolsillo para ver quien nos estaba interrumpiendo y era una llamada de parte de Sorn.

— Atiendele después. — Susurró Rosé mientras besaba mi cuello.

Hice caso y dejé el teléfono a un lado, giré un poco mi cabeza para dejarle más comodidad a Rosé sobre mi cuello. Sin embargo yo tampoco me quedaría sin hacer nada, por lo que desabroché su camisa dejando a la vista sus pechos los cuales solo estaban cubiertos por aquel encaje blanco. Subí mis manos que estaban posadas sobre su cintura hasta sus pechos y los acaricié aún sobré el sostén. Escuché un jadeo de su parte y sonreí.

El teléfono volvió a sonar y era otra llamada de Sorn, no pude evitar preocuparme porque para que ella llame dos veces es porque debe ser algo realmente importante.

— Espera un segundo, Rosé. — Dije para tomar el teléfono y atender la llamada. — ¿Sí?

— Lisa, ¿estás ocupada? — Preguntó cuando atendí.

— Un poco, ¿porque?

— Es algo super importante, ¿estás en tu casa ahora? — Por su tono de voz pude identificar que está... ¿feliz?

— Sí, ¿qué es lo que ocurr- — No pude terminar la frase porque sentí la rodilla de Rosé dar unos pequeños circulos sobre mi centro. Tuve que tapar mi boca con la mano para evitar gemir en la llamada. — ¿R-Rosé? — Le susurré por lo bajo para que Sorn no escuche, ella solo me miró y sonrió.

— Lisa~, te dije que no atendieras. — Susurró en mi oído pero pareció más un gemido que otra cosa.

— ¿Lisa? ¿Estás ahí? — Escuché a Sorn preguntar.

— S-si, estoy a-aqui. — No pude evitar tartamudear al sentir las manos de Rosé meterse por debajo de mi remera para subir hasta mis pechos y acariciarlos.