Una gran familia era lo único que ella tenía en aquel mundo, en especial luego de que se entero aquel horrible secreto detrás de aquello, esa misma noche Conny había sido cosechada a la vez que Emma e Norman descubrían lo que realmente sucedía. Ella se encontraba jugando con los más pequeños al momento en que penso que estaban tardando demorando demasiado estaba a punto de salir a buscarlos cuando Ray la detuvo, no entendió el por que lo hizo pero se dejo llevar por la mano del chico de cabellos oscuros quien básicamente la arrastro de nuevo a la casa, él no quería que ella saliera.
No recibió respuesta alguna del chico cuando le pregunto por que había hecho eso, tampoco recibió una respuesta clara de Norman cuando le pregunto si alcanzaron a Conny, Emma solo pareció contener sus lágrimas cuando la abrazo diciendole que pronto lo entendería. Todo aquello la frustraba puesto que algo malo sucedía en aquel lugar, lo sabía aunque deseaba que no fuera así, no habría otra razón para aquella puerta prohibida o los muros alrededor del bosque y el orfanato.
Pronto las sospechas se dirigieron a ella tan pronto como su actitud fue sospechosa, sus calificaciones eran normales pero se veía menos sana de lo común, en lugar de jugar con los demás niños se empezo a dedicar a espiar a sus mejores amigos en busca de respuestas. Hasta que esas respuestas llegaron, esas respuestas tan buscadas terminaron siendo su peor pesadilla en especial al imaginar el cuerpo de su hermana siendo devorado, ella se encontraba en uno de los árboles escuchando lo que le explicaban a Ray… ¿¡Por que él parecía tan calmado cuando ella se estaba esforzando por no largarse a llorar y ser descubierta!?
— No tienes que esconderte Rachel… — Norman la había descubierto, solo ella era capaz de moverse de un árbol a otro casi sin ser notada, pero su respiración rápida la había delatado haciendo que el albino la encontrara. — No deberías haberlo sabido así.
— ¿Todos ellos están muertos? — no podía moverse o más bien ella no quería moverse de aquel arbol, pero tampoco deseaba quedarse sin ayudar o buscar respuestas, la realidad era demasiado cruel pero debía soportarla si quería ayudar a sus amigos y a sus hermanos. Al no recibir respuesta decidió bajar del árbol con cierta rapidez como si deseara ver con sus propios ojos que estaban allí e los vio, ellos estaban tan afectados como ella, no deseaban morir o que otra persona muriera pero el silencio fue respuesta suficiente para que ella se largara a llorar.
La calidez del cuerpo de Emma abrazándola fue lo que le dio fuerza en aquel momento para seguir, si ellos no hubieran estado allí probablemente hubiera tomado la salida fácil usando aquellos manteles como una cuerda e acabando con su vida, pero no lo hizo ya que ellos la necesitaban y no pensaba su decepcionar a las únicas personas a la que realmente amaba con toda su alma.
— No se como lo haremos pero quiero ayudar — susurro la castaña alejándose de su amiga momentos antes de que una campana sonando los alertara, su descanso había terminado a lo que Rachel se apresuro a tomar una de las ramas tiradas en el piso para hacerse un raspón en su rodilla como si se hubiera caído, Norman e Ray parecieron entender lo que ella había hecho pero al ver que Emma no la castaña decidió explicarle. — Mis ojos están llorosos, si me ve así sin ninguna razón mamá sospechara, tu y Norman adelantense algunos segundos.
— Lo sabías, de alguna manera lo sabías, no quiero tus razones ahora pero sera mejor que me expliques todo esto pronto — sus palabras intentaban sonar dudas pero más bien eran un reclamo débil que ocultaba su miedo, toda su vida había sido una mentira e la persona en la que más confiaba parecía haberle mentido también, ni Rachel ni Ray dijeron una palabras mientras volvían al orfanato aunque estuvieron bien en guardarlas debido a que apenas llegaron recibieron una muestra de la superioridad estratégica que en aquellos momentos mamá tenia sobre ellos.
— ¿¡Acaso nos rastrean!? — fue lo que su mente le grito aunque ella no dejo que algún sonido escapara de sus labios
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The Promised Neverland
RandomToda su vida había sido una cruel e vil mentira, era lo único que Rachel había entendido de aquella situación con sus once años, aunque pronto todo se volvio más real y mucho más cruel. La vida de este ganado no volvería a ser la misma.