Capítulo 3

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— Esta llevándose bien con los más pequeños, hace que se encariñen con ella — murmuro Rachel sin saber si se lo decía a ella misma o a sus amigos quienes observaban a la hermana Krone, aquello era algo contraproducente para ellos debido a que seria un enemigo más con quien lidiar pero igualmente ayudaba, era una nueva fuente de información al igual que Carol. Aquella bebé resulto ser de ayuda puesto que descubrieron que los rastreadores se encontraban en sus orejas, bueno en realidad quien lo había descubierto era Emma pero a Rachel le gustaba hablar en plural para sentirse útil, hasta ahora no había ayudado en mucho por lo que los pensamientos sobre su inutilidad crecían en su propia mente por lo que decidió jugar su propia carta en aquel momento.

— Esta vez me gustaría guiar yo en este juego — hablaría tranquilamente para que Emma asintiera, estaban a punto de comenzar a ‘jugar’ las traes cuando la hermana Krone se acerco a ellos, no le gustaba que ella se metiera con los demás pero hubiera sido sospechoso si se negaran a dejarla participar en aquel juego.

Inmediatamente todos se esparcieron pensando que la hermana Krone iría por los mayores primero, pero al parecer sus supocisiones fueron incorrectos puesto que pronto atrapo a los pequeños, siguiendo con los mayores hasta que al parecer quedaban solo cuatro. Emma fue atrapada por su pensamiento de salvar a todos, Rachel seguia escondida aunque siguiendo los pasos de la hermana Krone de cerca, no la noto en ningún momento cosa que le sorprendió… Parecía no notar su presencia, pero eso fue mejor debido a que el tiempo pasaba, cuando persiguió a Norman e Ray fue cuando Rachel de forma intencional decidió hacer ruido logrando distraerla para darles el tiempo suficiente a sus amigos de correr al igual que ella.

— El tiempo se acabo, ganamos —  la voz de Ray fue lo que le permitio a la castaña salir de su escondite, ellos habían ganado aquel pequeño juego por lo que pudo sentirse relajada, en verdad aquello por más pequeño e inútil que fuera la hizo sentir bien. Entonces aquel pensamiento vino a su mente, ¿Y si tal vez ella era como aquella victoria? Algo que hacia sentir a los demás mejor aunque no aportara demasiado, eso no quería decir que no buscaría la forma de ayudar pero le ayudaba mucho pensar aquello de una manera seria.

— ¡Ya se como los ayudare! — exclamó la chica de cabellos castaños observando a Norman e Ray, estos la miraron con cierta confusión ya que suegra amiga había ayudado bastante sobre el tema de entrenar a los niños para poder eliminar rastros e usar estrategias pero al parecer ella no lo veía de esa manera. — ¿Acaso alguno de ustedes se dio cuenta de que seguí a la hermana Krone todo el tiempo sin que se diera cuenta?

Ambos chicos entendieron a lo que ella se refería, aunque aun les faltaba mucho que hacer para escapar tenían una nueva carta para utilizar en cualquier momento, el sigilo de Rachel podría ayudarlos más de lo que ellos pensaban.

The Promised NeverlandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora