Nada más y nada menos que Ezzie, quien me asesinaba con la mirada. Tenía unas muletas y la mitad de la pierna vendada. Sonreí para mis adentros.
-Si las miradas mataran tú ya serias una asesina, cariño disimula un poco- murmure burlona. La pobre estaba roja, parecía una manzana pero esta estaba más roja de lo normal.
-¡Todo esto es tu culpa!- grito.
-¿Mi culpa? Que yo sepa la que me busco y me pregunto más de cien veces mi nombre fuiste tú, no yo- pronuncie con ironía- Yo no tengo la culpa de nada preciosa.
-Eres una puta H-Harry no se quedara contigo, zorra- la mira incrédula.
-Si piensas eso de mi es porque no te has visto en un espejo- ataque- No trates de ofenderme querida, no te queda.
-Esto no se quedara así- advirtió.
-¿Me estas amenazando?
-Advirtiendo- la rubia desapareció por el pasillo con dificultad debido a las incomodas muletas que traía.
Amenaza. Debí imaginarlo viendo de una mente tan pequeña como la suya, era lo primero que le habría de venir a la cabeza. Fácil pero astuta, sabe de lo que está hablando. Tal vez toda la silicona que le metieron en los pechos no llega aun a su cabeza, buen dato le servirá para el futuro.
Esperaba ansiosa la clase de química debía traer a casa a Harry lo más pronto posible para que Ruth lo viera y supiera de lo que estaba hablando, ya tenía un discurso o algo parecido a uno en mi mente y si lograba articularlo todo bien, no habría problema. También tenía que evitar a Abril todo el día, aún tenía que aprender su lección aunque fuera duro tenía que mantener mi palabra firme. También tenía que preguntarle a Ruth cuales eran sus planes para mi gran conquista, ella no se quería para toda la vida y yo no perseguiría a Harry para toda la vida eso era seguro. Planear, planear, planear… espero que esto acabe pronto o me volveré loca.
Historia. Odiaba historia. Pero solo faltaban minutos para que la clase terminara y por fin, comenzara la de química.
-Disculpe profesor, se nos hizo tarde enserio lo sentimos- se disculpó Abril entrando a la clase.
Modo tortuga, ahora. Misión: todos ignoremos a Abril al ataque.
Me agache un poco más para que así mi cabeza quedara a la misma altura de la mesa. Me cruce de brazos. Solo necesitaba que no me vea, por favor que no me vea tengo que ser como una agente encubierta, los agentes encubiertos no se dejan ver. Soy una agente. Mire sobre la mesa y pude notar que tanto Abril y Liam estaban mojados, y no de sudor como la otra asquerosa vez. Abril en un intento de quitar su cabello de la cara me miro. Modo tortuga, soy una agente encubierta. Una agente, las agentes no nos dejamos ver… joder estoy hablando sola.
Podía notar la desesperación en sus ojos, no podía emitir una palabra. Hasta sentí lastima por un momento, pero debía aprender aunque sabía que eso no dudaría mucho pues tenía que llevarla a elegir mi vestido no me perdonaría si no lo hiciera. Liam la tomo de los hombros y la guio a su asiento. Demasiado tarde, ya había tocado la campana.
-Misión abortada- susurre por lo bajo.
Lo bueno de todo este drama repentino y de haber abortada mi misión de agente secreta era que química por fin había comenzado, pero lo malo de esto era que la puta de Ezzie seguro estaría ahí robándome la atención de Harry ya que a él “le gusta”, pero eso iba a cambiar bueno… ya lo estaba haciendo para su desgracia. Me tenía sorprendida y me emocionaba la actitud de Harry al invitarme, fue tímido pero directo creí que le pondría más acción más… drama, más poder. Pero era Harry y él nunca le pondría ese toque a sus palabras.
