Capitulo 20: Un te quiero en ropa interior.

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HARRY´S POV

Sentí como tocaban la puerta repetidas veces- Louis- grite. Estaba adentro de la ducha y mi mejor amigo no se dignaba a abrir la puerta- ¡Louis!- grite más fuerte. No hubo respuesta- Lo voy a matar- susurre saliendo de la ducha.

Puse una toalla alrededor de mis partes íntimas cubriéndolas, y salí. Apenas entreabrí la puerta sentí un golpe fuerte que me hizo cerrarla de nuevo, ¿Qué demonios? Abrí nuevamente la puerta y solo sentí un peso abajo que la obstruía.

-¡Quiero un pollo!... Mierda- oí a alguien quejarse.

Sentí como la sangre se me helaba de repente. Conozco esa voz.

-¿S-selena?- pregunte en susurro.

-Creo que si- empezó a reír- Espera, ¿ya estoy en el cielo?

-N-no- negó y abrí por completo la puerta haciendo que Selena se callera de espalda.

-Auch.

-L-lo siento- la ayude a levantarse. Entro a la casa tambaleándose de un lugar a otro.

Olía extraño, como la casa de Louis después de una fiesta pero más moderada, ¡Olía a alcohol!

-¿B-bebiste?- me atreví a preguntar.

-No, ¿quién dijo eso?- apretó mis mejillas- ¿Eres dios?, no tienes barba- carcajeo- Eres el dios moderno.

-No soy dios- cerré la puerta y busque mis lentes en la mesita de noche.

-Wow, y tienes lentes. Me caes bien- se recostó en mi cama.

La admire un poco. Tenía un vestido corto, seguro venía de una fiesta o algo así pero, ¿Por qué la dejarían aquí? No tiene sentido, sus amigos ni siquiera me conocen solo Abril y la pelirroja, ah y Ezzie, claro, pero ya no estoy tan seguro que sean tan amigas como me dio a entender.

-Eres raro- murmuro inquieta.

Lo sé, un fenómeno de primera.

-Pues… l-lo siento, no era mi intención- susurre.

-No, de hecho me gusta- sonríe al escuchar eso- Que lastima que estemos en el cielo, serias un buen partido- carcajeo-… Creo.

-G-racias.

Selena se empezó a removerse incomoda cada vez más, como si estuviese tratando de quitarse algo de encima o de los lados.

-Tengo calor- Selena se levantó sobre sus hombros y trato de levantarse el vestido.

-¡Oh no por favor! No hagas eso.

Nunca había visto a una chica con ropa interior, solo en kínder y no lo había hecho a propósito me equivoque de baño, y vomite. No quiero que ella me vea vomitando, me dejaría en ridículo... Otra vez.

-¡Tengo calor!- pataleo como una niña pequeña.

-Yo...Eh- busque unas sábanas en un cajón- Espera- murmure sacándolas.

Rezaba para que su ropa se quedara en su lugar. No quería quedar en ridículo con ella una vez más.

-¡Yo no quiero esperar!- chillo- ¡Tengo calor!- logro zafarse de sus altos zapatos.

No, no, no, no. No te quites nada.

-¡Espera!- grite frustrado. Bien, yo puedo con esto. No desesperes Harry.

Pero antes de que me diese cuenta Selena ya estaba en ropa interior. Di un grito ahogado y solté las sabanas, corrí al baño.

-Ruloso- murmuro Selena pegada a la puerta- Ya no tengo calor- siguió- Sal.

Estaba seguro que mis mejillas estaban más rojas que un tomate, y no quería que ella me viese así. Louis y yo nos habíamos esforzado mucho, buscamos ropa nueva, zapatos nuevos y hasta en un peinado nuevo. Y estábamos trabajando en mi forma de caminar y hablar, que segundo el, me harían más “cool”.

-Vamos, sal. Tengo miedo- insistió- Estoy solita- sentía como estaba empezando a sollozar.

Oh no, por favor.

-No me gusta estar solita- sollozo más fuerte- Vamos cabello de árbol sal- suspire y abrí la puerta.

La castaña corrió a mis brazos y se acurruco en ellos, pero yo seguía completamente inmóvil por el simple hecho de que la chica que me gustaba estaba en mis brazos en ropa interior y borracha.

-Tengo sueñito- susurro en mi oído- Vamos a dormir.

-E-está bien- una oleada de preocupación se formó, ¿Qué no tenía que volver a su hotel? Eso era lo correcto pero no la podía dejar ir en ese estado, aunque solo estuviera a una calle.

Selena se recostó en la cama pero nuevamente empezó a removerse incomoda- Ven- pidió- Así no me gusta, me da miedo- me acerque a la cama y finalmente me acosté a su lado. Ella entrelazo sus piernas con las mías y puso sus brazos en mi cuello, para luego inclinarse y darme un suave beso en mi mejilla- Te quiero- quede helado. Ella bostezo y rápidamente se durmió.

Te quiero. Esas simples palabras llegaron hasta lo más profundo de mi corazón, ninguna chica que no fuera mi mama o Gemma me había dicho eso y que ella lo digiera de esa manera tan... Natural y simple, simplemente era perfecto. Siempre fui el chico extraño, al que ninguna chica se quisiera acercar o mantener una conversación y llega ella, una chica hermosa y atrevida. Y se fija en mí, el chico invisible que le teme a casi todo lo que se mueve y que es incapaz de mantener una conversación interesante. Es una locura, una completa locura, la cosa más loca que me haya pasado alguna vez en mi vida. Pero, las cosas más locas son las mejores en esta vida y eso, me lo había enseñado Selena.

Por años creí que nunca sería suficiente para una chica, un chico tartamudo, torpe, tímido y con defectos interminables jamás sería suficiente para una chica, mucho menos para una como Selena. ¿Cómo ella podía elegirme a mí teniendo tantas opciones? No lo entendía, pero por alguna extraña razón; me encantaba y no lo deseaba de otra manera. Tenía que admitir que ella no era el prototipo de chica con la que me imaginaba estar, pero desde que había llegado a mi vida con esa hermosa sonrisa esa actitud tan extraña y esos coqueteos que me hacían poner la piel de gallina, ya la chica prototipo dejo de existir para mí. Dándole paso a la persona que, se había convertido en mi razón de levantarme cada día, a nada más y nada menos que la chica por la que todos babean: Selena Gomez.

Impossible Or Not?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora