1 semana más tarde.
-¡Por fin!- grite cuando abrieron las puertas de la institución- ¡Gracias dios, te amo!- grite nuevamente.
-Selena, solo fue una hora- replico Abril.
-No me jodas, no había silla, mis hermosas piernas necesitan reposar un rato- conteste y entre a la academia y me arrodille- ¡Veo la luz!
-Me pregunto si ir a Francia la volvió loca o es que se emocionó por el simple hecho de que hoy viene su cerebrito preferido- murmuro Ruth.
-No le digas así- apunte- Es mejor que todos los que te salieron gays.
-¡En mi defensa no se lo habían concretado si no después de salir conmigo!- chillo furiosa.
-Me pregunto porque…- intervino Abril de la nada. Ruth se puso roja.
-Tú no hables mucho, soledad- ataco la pelirroja.
Oh vaya, debo admitir que los Gomez somos lo mejor insultando. Con razón nunca sufrimos acoso escolar ninguno, esto es de sangre.
-¿A qué te refieres?- pregunto mi amiga.
- Oh no a nada cariño, solo me preguntaba que ha de ser de tu vida cuando Liam te deje- Abril abrió su boca y comenzaron la famosa pelea temporal de 20 minutos. Demonios, y yo que creía que esto ya había quedado en el pasado.
Vi a Harry a lo lejos, sentado en la esquina justo al lado de la puerta del salón de química ¿Cómo había entrado antes?
Me acerque sin preámbulos, dispuesta a hablarle y dejar los puntos que había pensado en claro.
Primer punto: Había que poner a avanzar nuestra relación, mientras más rápido, mejor.
Segundo punto: No tenía idea de cómo hacer eso.
Tercero pero más importante punto: Me había enamorado profunda y violentamente de él, con la rapidez de un tornado arrasando con todo lo que tenía su alrededor.
Y último punto: Nunca nadie lo podía saber.
-Hey tu- me senté a su lado. Él se sobresaltó y me miro. Sonrió al instante-¿Qué haces?- pregunte.
-Leo- contesto simple.
- Bien, no es algo raro viniendo de ti. ¿Cómo te dejaron entrar?- fui directo al grano. El acomodo sus gafas.
-E-Ezzie me llamo- bajo su mirada al suelo.
Mierda, definitivamente odio a oda rubia que exista en este jodido universo. Es más, odio el amarillo.
-¿Para qué?- seguí con mi interrogatorio.
-No lo sé, cuando logre entrar ella ya estaba aquí y sus padres estaban en la oficina del director. No le entendí nada, lloraba como si la vida se le fuera en ello y luego de balbucear algunas cosas que no entendí se encerró en el baño- explico- No ha salido de ahí desde ese entonces.
Asentí.
No era un comportamiento usual, no de ella al menos. Aunque llamar a Harry, oh eso si había sido muy de Ezzie.
-¿En el baño de chicas?- pregunte.
-Sipp- Harry mordió su labio y se apoyó de la pared.
Sacudí la cabeza- La sacare de ahí- me levante como un rayo pero Harry me detuvo.
-No creo que sea un buen momento para pelear, Selena.
-Nadie dijo que iba a pelear- contraataque.