Venganza Slytherin [Lucimus]

Tres

Han pasados ya algunos días desde el incidente de Lucius con Remus. El castaño está acostado en su cama viendo al techo mientras sus dedos tocan sus labios sintiendo el cosquilleo de los otros labios. Su parte lobuna a estado sorprendentemente tranquilo y no a estado irritado como siempre le sucede después de luna llena.

—¿Moony? —Escuchan que le llaman.

—Mmn.

—¿Estás bien? —Escucha una voz pero su mente no presta tanta atención.

—Si.

—¿Está bien si los comemos tus barras de chocolate? —Escucha la voz de James.

—Esta bien, chicos.

—Lo perdimos. —Dice Peter.

La risa de Arthur resuena por la habitación. —Eso se le llama amor. —La oración hace que se rompa la burbuja de Remus.

—¿Qué? —Remus mira como James está dándole un mordisco a su barra de chocolate. —¡Hey! No hagas eso, es mi chocolate. —Dice el castaño arrebatando el chocolate de la mano de lentes.

—¡Tú me dejaste comerlo! —Dice el castaño dando un bufido. —Mal amigo. Bueno, cambiando de tema. ¿Quién es?

—¿He? ¿Quién es quién?

—No te hagas él tonto, Moony. —Habla está vez Sirius. —La persona que te hace suspirar. Enserio, ¿Qué sucede con ustedes? Primero Arthur, después James, ahora Remus, y el siguente será Peter.

—A mi no me metan. —Dice el bajito desde su cama comiendo los chocolates de Remus. Peter sonríe nervioso por la mirada que le da Remus.

—Chicos. —Dice Arthur sosteniendo una carta que una lechuza acaba de entregarle al pelirrojo desde su casa. —Tendré que ir a la casa de mis padres. Los gemelos tiene varicela y Bill tiene alergia en la piel. —Arthur dice saliendo desde la puerta corriendo hacia la salida. —Cubren me si no llego a tiempo. —Es lo último que dice antes de salir.

Remus da un bostezo. —Iré a dar una vuelta. —Dice Remus.

—Yo también. —Dice James arreglando su flequillo.

—Yo comeré los chocolates de Remus. —Dice Peter cuando los dos castaños ya se han ido.

—Tendré que molestar a Snivellus yo solo. —Dice Sirius con una mueca al no tener a sus amigos al lado.

Remus caminaba por los pasillos sin darse cuenta por donde iba. —¿Qué haces aquí, Lupin? —Dice Lucius saliendo de un pasillo oscuro alumbrando con su varita.

—Daba una vuelta. —El de cabellera rubia le mira por unos segunda.

—No deberías estar fuera de tu cuarto a estas horas.