Little Angel; BTS

Sweet Hyung; PJM.

Las últimas semanas han sido tortuosas para todos los presentes, la época de comeback se acercaba y el grupo sentía la presión de las frustradas prácticas y más para los mayores que tenían un ritmo algo distinto. Namjoon incluso se había sentado un poco molesto consigo mismo por su torpeza, fue cuando decidieron terminar y tomarse un tiempo para cenar todos juntos y darse ánimos al respecto, más que nunca debían estar juntos y aminorar todo tipo de pensamiento auto destructivo.

Jimin en específico había tomado más clases de las necesarias, y en una de ellas cayó al suelo desmayado por el cansancio y la mala alimentación que llevaba, Hoseok había pasado por algo similar con tanta exigencia a si mismos. Aquella semana el mayor estuvo al cuidado de sus mayores y su menor, quién le traía en una pequeña bandeja su almuerzo y cena.

SeokJin se encargaba de darle todo tipo de vitaminas, evitando la falta de nutrientes que de seguro tendría al paso que iba, Yoongi curó las heridas de sus pies y levemente gruñía cuando Park le molestaba por lo "tierno" y cuidadoso que era su pálido compañero, las cosas entre ellos solían ser así, si algún miembro se enfermaba allí estaban todos para serle de cuidado y atención.

Jungkook entró a la habitación que compartía con su Hyung, observó y se le hizo extraño no verle por acá cerca, asumió que estaría abajo charlando con Taehyung o con Yoongi, quién en estos últimos días había salido y socializado un poco más de lo normal sorprendiéndole a todos su visita diaria a la sala de comedor, o solo sentarse en el sillón observando a los demás.

Dando pasos perezosos se acercó a su cama y se tiró en ella suspirando ante la suavidad de sus almohadas, de alguna manera se sentía agotado físicamente y sólo pensaba en dormir un buen rato. Creo que el tiempo que pasa con Yoongi-Hyung no le está haciendo bien.

Jimin sale del cuarto del baño frotándo una toalla contra su nuca eliminando todo rastro de humedad o jabón que haya quedado en ella, vio al pequeño bulto que supuso que era Jungkook, parecía una pequeña bolita de mochi azul por sus sabanas de superhéroe que aun conservaba, de un salto se le tiró encima mientras que sus pequeñas manos rascaban los costados de su cintura, generando risas nerviosas por parte de el menor, desde hace unos cuantos días a Jungkook en un juego de risas confesó haber besado a Namjoon, y la curiosidad de Jimin aumentó.

— ¡Hyung basta! —El menor reía a carcajadas sueltas mientras se removía bajo el tacto.

—¡Yo quiero saber que pasó! —El mayor se contagió de las risas que soltaba el menor y supo como logrará hacer que el menor confiese.

—¡Se lo diré! ¡pero allí no!
—Explotó aún más en sonoras carcajadas, Jimin había encontrado su punto débil, el cual era su cintura.

Jimin estaba encima de el menor, sin otra intención más que hacerle confesar su travieso pecado sus respiraciones se fueron calmando poco a poco y Jimin se acurrucó en el pecho del menor, sintiendo las caricias de este viajar por su espalda descubierta.

—Fui a su estudio hace ya dos meses, pasó en la madrugada después llegamos de la práctica antes de el último concierto en Seúl, no podía dormir por alguna razón y decidí leer un rato pero me interrumpió el alto volumen de la música que Hyung oía, por que los demás dormían y entre esos estabas tú roncando como un perro, así qué me levanté para ir a su estudio y notificarle.

El mayor subió su cabeza y con una mala mirada enterró sus deditos en su cintura volviendo a sacar una carcajada.

—  Antes de que pidiera irme a dormir ya que había amanecido y estaba cansado , yo minutos antes le observaba y detallaba como hago en ocasiones con todos —Sus mejillas se sonrojan ante esta pequeña confesión.

—Estaba tan concentrado mirándolo que no me di cuenta cuando estaba frente mío, me coloqué nervioso y el impulso salió de mi así le tome del rostro y lo besé.

— ¡Quien viera a Namjoon Hyung! besó tus labios primero que todos, que suertudo.

Jungkook se sonrojó ante tal comentario.

—¿Que cosas dice Hyung? — Trató de apartarlo de manera juguetona, pero sólo logró que la toalla que sostenía su cintura se fuera al piso y dejara expuesto al mayor.

El mayor le veía algo apenado y la mente de Jungkook generó imágenes subidas de tono ante el gran y trabajado cuerpo que tenía en frente.

El mayor desvío su mirada y bajo hasta buscar su toalla, si no fuera por que Jungkook le tomó de las manos y la apartó, acercándose a él acariciando desde la curvatura de su cuello hasta su hombro.

Jimin abrió los ojos y depositó al menor en la suave cama, dejando su desnudo cuerpo ante el contrario.

—¿Quieres probar conmigo?—El mayor susurró en el oído del menor, y este asintió rozando su nariz trazando la curvatura de su cuello.

El mayor acarició los cabellos negros del menor a medida que este bajaba, llegando a su marcado abdomen en donde proporcionó lamidas leves y algunas mordidas. En un rápido movimiento lo dejó nuevamente atrapado entre sus brazos y  bajó a su cuello mordiendo sin importarle los sonoros quejidos de Jungkook.

Su pierna rozó la ahora húmeda tela de bóxer que llevaba Jungkook bajo aquellos finos pantalones, recibiendo en respuesta un gemido ahogado. La entrepierna de el menor palpitaba y le ayudaría con grave dolor, así mismo bajó hasta su abdomen el cual expuso subiendo su sudadera y lanzándola en algún lugar de la habitación, atacando aquellos sonrosados y erectos pezones, los cuales mordió y lamió a su antojo.

El menor arqueó su espalda cuando el mayor le desnudó por completo y entre sus manos acarició su adolorido y goteante miembro, con paciencia y parsimonia movía sus manos desde el inicio hasta la base.

La piel de Jungkook tenía un bálsamo de sudor cubriendole, resaltando su nivea y pulcra piel, convirtiéndole en un ángel en toda su expresión.

Jimin acercó su boca al miembro y soltó un jadeo en él, proporcionándole descargas de placer al menor. Jugó con el por unos segundos antes de introducirlo a su cavidad bucal, sin prisas, no queriendo lastimar al menor.

El menor acarició los cabellos de Jimin y elevó sus caderas introduciéndose más en su boca, penetrándolo en un ritmo rápido y torpe, el mayor acaricia la lampiña piel con su nariz pudiendo abarcar toda la extensión del miembro, agradecía el hecho de ser cantante ya que podía regular su respiración y no ahogarse.

Subió y bajó hasta que el menor tocó el cielo gimiendo su nombre llenando toda la habitación de él.

Su esencia pintaba su cara con leves hilos que con su dedo pulgar limpió y llevó a su lengua, donde lamió gustoso hasta acabar con todo rastro de él.

— Eres dulce, me gusta...— Comentó acercándose a el nuevamente y depositar un suave beso en sus labios.