Little Angel; BTS

Our Dance; JH.

Después aquel anuncio en la cena, el castaño Hoseok aumentó sus horas de práctica haciéndole saltar el almuerzo y posponer sus horas de descanso, todo el día se quedaba concentrado moviéndose a través del suelo de madera observando sus pasos en los diversos espejos que cubrían el estudio, importándole poco la escasa iluminación de la noche.

Para el mayor su trabajo siempre debía ser perfecto, o por lo menos para el; no se permitiría hacer algo mal y cometer errores.

Cuando terminaba de repasar se sentaba exhausto en el suelo a tomar un trago de agua y observar la viva ciudad de Seúl a aquellas horas, sus colores resaltaban mientras que la ciudad nunca paraba de brillar, se sentía vivo ante aquella vista y más aún cuando en una de aquellas noches llovió.

Llovió de manera pasajera, no siendo un goteo brusco, pudo agradecer como las pequeñas gotas impactaban en el gran ventanal que estaba frente suyo, suspiraba nostálgico recordando a su hogar en donde siempre llovía sin falta.

Terminando de organizar aún más sus pasos recordó como el solía escaparse de la cama para salir a bailar con la lluvia, despertando al día siguiente con una sonrisa y el brillante pensamiento de que el bailó con la luna y sus lágrimas, orgulloso de que él solo pudo oír el llamado de las estrellas al invitarle a bailar.

Gritaba dando saltitos por todo su hogar, narrándole la historia a su padre de lo divertido que había sido; y este le sonreía acariciándole el cabello "La luna te escogió a ti para brillar Hobi, debes aprovechar eso" Le repetía constantemente.

No supo el gran significado de aquellas palabras si no hasta que creció y enfrentó aquel mundo que tanto le asustaba, el mundo de los adultos.

El deseo más grande de los niños es convertirse en adultos, sin ellos saber que los monstruos verdaderos se disfrazan de personas.

Esa noche recordando a su padre, sonrió y bailó como nunca, sintiendo la adrenalina en sus venas, el aire en su pecho escaseaba pero aún así volvía a danzar con tanta admiración y delicadeza.

Hoseok fue elegido por la luna para brillar y su manera de hacerlo fue bailando.

•

Ya pasadas las 12 del mediodía, los mayores preocupados ordenaron a Jungkook para que le llevara el almuerzo al castaño ya que el mayor no había descansado y comía a deshoras produciéndole más cansancio del que ya tenía.

Sólo bastaron tres toques para que la puerta de el estudio fuera abierta dejando a un sudoroso y jadeante castaño, Jungkook pudo visualizar aquella imagen.

El mayor esbozaba una gran sonrisa mientras se le oía jadeante por lo que supuso lo cansada que es su rutina, los pómulos estaban teñidos de un breve carmín y sus labios se notaban mordidos, hábito que el mayor tomaba cuando algo le desagradaba.

Durante unos segundos bajó a su cuello apreciando como el brillo del sudor le cubría, removiéndose algo en el.

Jungkook no entendía como había podido desarrollar tales pensamientos por sus compañeros, pues creía que no lo verían de esa manera, todavía pensando en el impulso que tuvo con Namjoon, desencadenando pensamientos impuros que contienen a cada uno de sus miembros junto a él tomándole su cuerpo virgen.

En las últimas semanas preparándose para su próximo regreso como grupo, no pudo evitar observar los musculosos y anchos muslos de Jimin y las características de cada compañero, TaeHyung en específico le encontró mirándole mientras mordía su labio por la ansiedad el cual sólo limitó a guiñarle un ojo.