Capitulo 2

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-¿Qué pasa?- dije preocupadamente mientras me temblaban las manos y los pies,- no estoy muy seguro, pero debemos huir de aquí- respondió Jorge, mire a mi alrededor, toda la gente que trabajaba en el piso huyo sin tomar nada solo corrieron; decidimos huir íbamos bajando piso por piso cada vez más rápido, tratando de no caer por las delgadas escaleras de metal, no había electricidad, la habían cortado poco después de haber terminado el anuncio de la alerta.

Cuando llegamos al primer piso ya era demasiado tarde, la nube toxica recorría toda la puerta principal por fuera de ella, había 2 personas que trataban de no dejar pasar la toxina, decidimos ayudar, pusimos todo lo posible para que no entrara el toxico, logramos serrar todas las puertas, ahora nada podía entrar ni salir, descansamos un momento para aclarar todo, nos presentamos, ellos eran Daniel y Oscar, ambos nos explicaron que ellos estaban pasando por fuera del edificio cuando ocurrió todo y decidieron entrar en el edificio.

Rápido mente empezamos a buscar provisiones, fuimos juntando todo lo que encontrábamos en una gran mesa en el tercer piso, juntamos galletas, comida enlatada, agua, refresco, una pequeña navaja,3 radios viejas, agua mineralizada, barios botequines de de medicina, comida ya echa y comida congelada, teníamos comida y bebida para aproximadamente un mes, si la administrábamos bien.

Pasamos las primeras 2 semanas llenas de cordura, la avaricia, la desconfianza todavía no empezaba a surgir, todo estaba tranquilo, debes en cuando por las noches se escuchaban ruidos, gritos, rugidos, y cosas cayendo o rompiéndose, así empezamos a hacer guardia, solo con la pequeña navaja que aviamos encontrado, así fue como empezó la confianza entre todos, todo el mundo tenía la certeza de que aquel que hiciera guardia podría robar la comida o incluso matar a los demás.

Paso una semana más, esa semana todo el mundo perdió la cordura, cada quien se separó en un piso, yo decidí ir hasta el piso 12 Jorge fue al 4, Daniel al 8 y Oscar en el 15, a la daga la aviamos lanzado por un pequeño agujero para evitar las riñas.

Yo siempre trate de calmar a los demás pese a eso todo el mundo seguía igual, todos teníamos problemas, la comida empezaba a escasear, poco a poco quedábamos mas encerrados hasta tal punto que todos querían empezar a pelear por la comida.

Eran un 2 de agosto por la noche todo estaba tranquilo, se rumoreaba por la radio que el toxico ya no afectaba y se había convertido en un líquido verdoso que brillaba en la oscuridad por la radiación, Salí a el balcón mire con tranquilidad todos los edificios llenos con pequeños charcos de ese espeso líquido, era una bella y ala ves triste escena.

Escuche ruidos en la puerta voltee lo más rápido posible para ver de qué se trataba, era ellos 3 Daniel, Oscar y Jorge, los tres estaban allí Daniel me apuntaba con una pistola, no alcance a escuchar lo que decían por el denso y fino vidrio que había, solo pude leer los labios de Jorge diciendo – lo siento-, apretaron el gatillo, solo pude sentir el impacto de aquella bala al chocar en mi pecho, creo que caí de aquel edificio, no escuchaba nada, solo veía como el edificio cresa ante mis ojos, solo escuche un pequeño crack cuando caí, después era un silenció total.

Un Rojo CarmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora