Capítulo 4

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Perdí de vista esa silueta, sentí como volvía a mi cuerpo, sentí como llenaba poco a poco mi cuerpo, como si mi alma volviese a su lugar, sentí mu cuerpo convulsionándose, sentí como el líquido salía de mi boca, volví a ver los edificios, vi todo el líquido verde alrededor de mí, - reo que volví...-

 Me desmaye, desperté al día siguiente era 26 de agosto, creo que no pase mucho tiempo en aquel lugar blanco, me levante, mire el lugar donde tenía la herida de bala, mi pecho estaba totalmente vacío, aunque de un tono más oscuro, ya no había nada alrededor de mí, podía moverme, me sentía como nuevo.

Decidí huir de aquel lugar, corrí lo más rápido que pude, por el simple hecho del temor de que ellos fueran a buscarme, me escondí en las ruinas de una tienda que estaba a 3 manzanas, casi no podía correr, mis pies, los sentía diferentes, todas mis fuerzas se habían ido en esa pequeña carera, me quede sentado durante unos minutos, mi mano empezó a alargarse poco a poco hasta llegar donde estaban mis pies, no sabía que sucedía- ¿Por qué mi mano se está estirando?- trata de ponerla de nuevo en su lugar, pero en vez de ayudar hiso que a mi otra mano le pasara lo mismo, trate de levantarme, pero ocurrió lo mismo con mis pies, poco a poco ocurrió en todo mi cuerpo, hasta tal grado de ser solo un charco de carne y pellejo.

No podía moverme, no podía hacer nada, i cerebro estaba lleno de preguntas y miedo no podía concentrarme solo en una, quería gritar pero tampoco podía lo único que podía hacer era abrir y cerrar los ojos, pase todo el día tratando de moverme, poco a poco comenzó a volver a mi forma normal, para el anochecer estaba totalmente completo, todo mi cuerpo había vuelto a la normalidad, sentí un alivio inmenso, decidí caminar un poco pero apenas podía ponerme de pie.

Entre en una casa que estaba cerca de aquel lugar, estaba totalmente abandonada, era un poco pequeña pero parecía cómoda, comencé a buscar un lugar para poder dormir en el segundo piso había un pequeño cuarto en el cual estaba una vieja cama, me recosté esperando poder dormir un poco, o por lómenos poder descansar o meditar todo lo que había pasado.

Empezaron los ruidos por fuera de aquella casa, también comenzaron golpes y gritos desgarradores de aquellas misma criatura, empezaron a sonar golpes en la puesta de la casa, rasguños y crujidos, me asome por la ventana, vi una criatura, no era humano ni siquiera parecía un animal, se movía en 4 patas pero en vez de pies tenía manos, no tenía piel, era carne totalmente al descubierto, los huesos y la carne estaban mal formados, de su cara salían 4 ojos totalmente disparejos, una gran boca, dientes puntiagudos, tenía dos pequeñas lenguas que salía de su boca.

Golpeaba la puerta con su cabeza, no savia que hacer así que intente salir hacia el techo, pero esa cosa entro rompiendo todo a su paso, corriendo con demasiada velocidad y chocando contra las paredes para frenar, trate de pasar por una grieta para tratar de llegar al techo, estaba a punto de salir cuando entro rompiendo totalmente la pequeña puerta.

 Trato de morderme pero yo ya había salido de aquel lugar, el corazón me latía demasiado rápido, mire a mi alrededor, todo estaba lleno de criaturas, cada una era totalmente diferente a las otras, algunas peleaban entre si, había una pocas persona que estaban robando o tratando de huir de aquellos monstros, no sabía dónde estaba.

Un Rojo CarmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora